Cuando no podemos despegarnos del pasado

A veces nos cuesta demasiado mirar adelante, o mirar el presente, sin dejar de espiar a nuestro pasado. A veces vivimos momentos tan gloriosos, tan increíbles y tan intensos que es muy difícil dejarlos atrás. A veces se nos complica a la hora de avanzar, abandonando a nuestro pasó un recuerdo, una memoria o una caricia. Pero, también a veces, es necesario hacerlo para encontrar nuestra felicidad. ¿De qué nos sirve estar conectados al pasado, si este ya nunca más volverá?
Uno a veces se aferra a una imagen limitada de una persona en el pasado. Uno a veces recuerda a una persona de una manera diferente a la que es hoy. Las personas maduran y cambian constantemente, a veces para bien, a veces para mal... pero nunca son iguales que ayer, porque de eso trata la vida... Quizás hoy, uno ante una situación determinada actúa de una manera y mañana se encuentra ante la misma situación actuando de otra destina. La experiencia nos da saberes y conocimientos que antes desconocíamos y nos hace CRECER... nos hace mas FUERTES... nos MODIFICA, nos prepara para afrontar distintos tipos de situaciones. Una historia de amor, una amistad, una relación fallida, un trabajo que antes nos gustaba más que el que ahora tenemos... son las cosas que nos hacen mirar atrás constantemente y perdernos en el recuerdo de aquellos buenos tiempos. Queda en uno convertir nuestro futuro o nuestro hoy en otros gloriosos tiempos. ¿Por qué no mirar con una sonrisa nuestra historia pasada, en la que tanto estamos pensando y tratar de rescatar lo bueno de ese entonces y quedarnos con ese recuerdo feliz?
Tal vez en muchas ocasiones, cuando algo se termina, uno se queda con la sensación de que hay algo mas por hacer, que quizás todavía nos quedan algunas cosas que salvar o rescatar. Añoramos tanto eso que vivimos que queremos que no concluya. Buscamos las mil formas, pensamos constantemente, creamos mil salidas hasta que por fin un día nos damos cuenta de que realmente esa etapa o esa relación o eso que deseamos se terminó. Y nos invade la sensación de dolor, ese dolor intenso que te llega al medio del alma, que nos pide a gritos al oído que des vuelta la página, que sigas con tu vida porque así no podes más. Hacemos nuestro duelo; ese periodo en el que no encontras el rumbo de tu vida, te sentís perdida, sin salida, en lo único que podes pensar es en lo que podrías haber hecho y no hiciste para retener ese pasado... y nos invaden las culpas, pensando "podría haber sido diferente si no hubiese hecho esto...". Pero ¿de que nos sirve la culpa? el pasado no se puede cambiar, lo hecho... hecho está y no hay nada más que hacer, mas que tratar de no hacerlo una próxima vez. Y así es como cerramos un capitulo mas de nuestra historia, cerramos la puerta de una memoria y nos aferramos a la idea de que otra posibilidad u otra oportunidad se abrirá para nosotros.

Cuando queremos creer

Hoy me encontre repitiendo, mas de una vez en el día, que las personas no pueden cambiar. Lo afirme, como quien afirma que es humano. Si en el momento de mis dichos alguien me hubiese puesto un papel, dejaba constancia con mi firma de mi creencia. Unas horas despues me encuentro en mi cuarto con mi hna; estamos hablando de esa esperanza en la que todos quieren creer; por ahí sí existe y es posible el cambio o la evolución en las personas.
Mi hermana, quien semanas atrás terminó una relación, que todo el mundo creía daba para rato, hoy está apostando nuevamente al amor y nó con un hombre diferente. Esta apostando a una nueva oportunidad con su viejo (o nuevo) novio. Como las clásicas escenas románticas que todos alguna vez nos imaginamos, su hombre volvió, prometiendo el cielo... las estrellas... y el anillo!!!! si... el anillo que todas las mujeres alguna vez quicieron tener en la mano derecha. Sus declaraciones obviamente vinieron acompañadas con promesas como "no soy el mismo"... "te pido una nueva oportunidad"... "yo puedo cambiar"... "me hiciste reflexionar..." y todo lo que muchas ya sabemos. Quizas por alguna que otra decepción que tuve en este campo del amor, podría decirle que no lo crea, y podría seguir afirmando lo que hoy a la tarde estaba pensando. Pero veo su cara, veo sus ojos y prefiero decirle que YO SI CREO que puede llegar a ser felíz y puede encontrar el cambio o la evolución que esta esperando de la otra persona. Con amor, con ganas, con pasión y con mucha mucha fuerza creo que nada es imposible.
Uno se siente mejor cuando tiene esperanza, cuando se creé con fe en que todo lo que esperamos se haga posible. Uno siente cuando las personas con las que trata hablan desde la cabeza y cuando lo hacen desde el corazon. Yo elijo creer. Elijo creer en el cambio si es para mejor de las personas. Yo elijo apostar, jugarnos, confiar...
Porque si uno no trata o no cree o pierde la fe ¿que nos queda?, si no lo hacemos hoy... ¿cuando lo vamos a hacer?. Por eso hoy brindo por lo que se juegan y quieren mejorar POR AMOR.

El amor: la palabra más pura

Desde chica me enseñaron que la palabra AMOR era la base del universo. Hace muy poco esta palabra fue elegida, por millones de personas a través de la Web, como la palabra mas linda del mundo. Y eso, que supuestamente, estamos hablando de un mundo repleto de conflictos, donde existen guerras sin sentido, donde existen infinidad de actos de violencia y donde la gente cada vez piensa menos en el prójimo. ¿Cómo me explico entonces esta tan inesperada elección?... Una posibilidad es que la gente que haya clasificado a este mundo tan negativamente no haya podido ver que existen personas que todavía creen en el amor y en todo lo que rodea esta palabra. Todavía hay personas que creen en los actos de bondad y que este mundo se podría cambiar si tan solo el amor estuviese mas presente en la vida cotidiana. El amor se puede ver de muchas maneras, en muchísimos actos, en muchísimas conversaciones, en muchísimas acciones, en muchísimas personas. Todo el mundo alguna vez tuvo un acto de amor por alguien, pudo haber sido una pareja, un amigo, una madre, un padre o hasta un desconocido. Pero quiero y me aferro a la idea de pensar que todos alguna vez pudimos hacer un acto de amor por otra persona, pudimos ayudar, pudimos contener o solo estar con alguien cuando nos necesitaba. Hace poco leí un libro que se titula "sólo el amor es real", que frase tan verdadera y tan sincera. El amor es la respuesta a todo. Uno cuando esta triste o cuando pasa por algún momento malo necesita que alguien le demuestre amor, uno cuando pasa por un momento feliz necesita compartirlo con personas que uno sepa que se alegran realmente de nuestros éxitos, uno cuando no puede hacer algo por si solo necesita que otra persona le tienda la mano. Todos necesitamos a ese alguien que nos ame, que nos acaricie y que nos haga sentir especiales. No creo que exista una definición que sea suficientemente completa como para poder encerrar todo lo que significa el amor. Pero estoy totalmente segura de que el amor llega directo desde el corazón, es el mensaje mas sincero y real que nos pueden dar, nuestro corazón es el único que elige a quien amar, es el único que sabe como hacerlo, y nuestra única guía para una vida feliz. Tanto amor nos rodea, tanta luz, tanta vida y a veces uno esta tan ocupado con cosas poco importantes como para detenerse, mirar estas cosas tan lindas y darle la importancia que se merecen. ¿Por qué las personas a veces solo miran las cosas malas de este regalo tan increíble que nos dieron que es la vida? ¿Por qué hay personas que no encuentran la salida o no pueden expresar algo tan sano como lo es un acto de amor? Estoy convencida de que el sentimiento de tristeza o derrota es necesario para evolucionar en la vida, y para aprender de los errores, pero... ¿por qué algunas personas no entienden que el amor también es necesario experimentarlo y vivirlo para crecer y hacernos más fuerte? En el mismo libro, antes mencionado, encontré otra frase que me movilizó "el amor lleva a la comprensión. La comprensión a la paciencia. Y entonces se detiene el tiempo, y todo pasa aquí y ahora." Uno tiene que vivir actos de amor siempre, ayer y mañana, pero principalmente hoy, aquí y ahora. Los seres humanos tenemos la tendencia a dejar las cosas para el mañana, como si supiéramos con exactitud cuanto tiempo vamos a vivir o cuanto tiempo vamos a poder decirles las cosas a las personas que queremos. ¿Por qué dejar lo que puedo hacer hoy para mañana? Si hoy podemos ofrecer algún tipo de ayuda, ayudemos. Si hoy podemos y sentimos la madurez suficiente (porque a veces solo se trata de eso) de decirle a las personas importante "te quiero...”, digámoslo. Si hoy podemos amar, amemos... Uno no puede esperar, uno no debe esperar porque sin amor hoy no somos nada. No se trata de pedir amor, se trata de dar amor, para poder recibirlo simplemente tenemos que aprender amar.