Sunday, August 27, 2006

Los sueños

"Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar
sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad."
-Hector Tassinari-
Nuestros sueños, nuestros deseos, nuestras metas, nuestras ilusiones, nuestras aspiraciones...
A todos los seres humanos, nos dieron la capacidad de alcanzar lo que queremos a través de nuestros sueños. No existen los límites ni las barreras cuando hablamos de sueños. No existe el bien ni existe el mal. Tan solo existe lo que nosotros queremos que exista, lo que nosotros queremos que sea...
De eso se trata soñar... estamos hablando de lo que cada uno quiere para si. De lo que se quiere en un futuro inmediato o cercano u hoy mismo. Tus sueños son los que te hacen diferente a los demás, los que te identifican... son los que vos queres que sean. Estamos hablando de tu esencia, de lo más íntimo de uno. Censurarlos es anularnos.
Existe los sueños propios, lo que uno quiere, sin importar las circunstancias, los que uno nunca jamás, debe descuidar ni suplantar, porque son los auténticos e irrepetibles... Y también existen los sueños compartidos, esos sueños que uno crea cuando se esta acompañado, lo que soñamos a partir de la circunstancias en las que vivimos, los que se caen cuando las cosas se terminan, dejándolo a uno descolocado, y vagando en esos sueños ya perdidos.
Mucha gente trata de censurar nuestros sueños, cambiarlos a su propia conveniencia. Puedo afirmar que quien hace eso, quien termina con tu sueño te aniquila como persona, es alguien que no nos quiere, y lo que es peor que no te quiere. Como también hay mucha gente que trata de cumplir sus sueños a costa de los demás, cualquiera de los ejemplos que di están mal.
Nuestros sueños son los que tienen que importar, son los que nacen de uno, y quieren ser cumplidos... Tal vez en el camino nos crucemos con muchas personas que no pueden acompañarnos en nuestros deseos y sueños, pero tengo la esperanza de que haya otras persona que si puedan, y si quieran...
Nunca hay que rendirse por un sueño, que quizás se cumple o quizás no... Pero aseguro que pase lo que pase, la satisfacción de que uno lucho por lo que quería va a ser tan acogedora como el sueño en si.

Thursday, August 24, 2006

Pequeño pensamiento...

La vida tiene tantas sorpresas que estoy asombrada. La vida te presenta tantas oportunidades todos los días que, hoy más que nunca, me doy cuenta que las personas infelices, son personas que eligieron sentirse así. Son personas que se cierran en una historia, un pasado y en una ilusión. Se caen y no se pueden levantar, no porque no pueden sino porque no quieren.
Todos, cientos de veces, pasamos por situaciones difíciles, situaciones en las que no encontrabas salida, te creías perdida, te creías encerrada en un mundo que se iba derrumbando todos los días un poco mas... No nos dábamos cuenta de una frase tan conocida y tan cierta como es "cuando se cierra una puerta siempre, sin excepción, se abre una ventana".
Ya no creo en las únicas oportunidades, y ya no creo en la suerte. El camino de uno lo va armando uno, uno elige estar bien o estar mal. Ser feliz o infeliz. Uno elige buscar la salida y aprovechar esas cosas que simplemente, sin explicación alguna, van a apareciendo.
Lo mejor para la tristeza es hacer cosas, tener la mente ocupada. Nutrirse, culturizarse, esforzarse y estudiar. En vez de desperdiciar tiempo en cosas pocos productivas y nada sanas, hay que aprovechar ese momento en que no nos sentimos tan bien para aprender, para reflexionar sobre nuestros sueños y metas, para hacer planes. Esos planes que vamos a armando, tienen que ser flexibles, tienen que tener la cuota necesaria de incertidumbre, así no nos aburrimos de la rutina y de la línea a seguir. Cuanto mas divertidas y atractivas son las cosas menos planeadas, las que simplemente nacen sin buscarlas, que las armadas y pensadas. Compartir momentos con la gente que te quiere, con gente que uno sabe que esta tu lado, que no te juega en contra y que te desea lo mejor.
Las vueltas de la vida tienen tantas cosas raras, tantas preguntas que nunca nos van a contestar, tantos giros inesperados, tantas causalidades que es imposible entender y saber que va a pasar. Solo puedo decir que de los momentos malos, siempre ganamos experiencias y siempre hay una moraleja...
Gente nueva, oportunidades nuevas, posibilidades inesperadas, y caminos que se van cruzando con los nuestros, es algo que sobra en la vida... queda en uno aprovecharlos y seguir peleando para encontrar eso que tanto buscamos que es: la felicidad.

Thursday, August 17, 2006

El dedo acusador

A muchas personas cuando le das la oportunidad de la palabra, abusan de ella al máximo. Comentan, opinan, y critican sin darle tregua a nadie. A veces con un dejo de maldad, a veces por deporte y otras tantas veces porque su vida es tan monótona, tan igual, tan vacía que no les queda otra mas que hablar de la vida del otro, ya que en la suya no existe nada interesante que se merezca mas de 5 minutos de conversación.
Estamos hablando de esas personas, que encontramos en todos lados, y que siempre están con su dedo apuntando las acciones, actitudes y aspecto de los otros. Intentando interiorizarse siempre en lo que las otras personas dicen, hacen o dejan de hacer. Persiguiendo e investigando sobre lo que se dijo o no se dijo. Estas personas, no solo suelen ser infelices, también son solitarias. Una persona que se pasa la vida hablando de los demás, generalmente es una persona que también prejuzga. Y las personas que prejuzgan se pierden, más de una vez, la posibilidad de conocer al prójimo, con ideas autoelaboradas y equivocadas sobre los demás. También pienso que estamos hablando de personas que tampoco hacen nada por si mismas, y tienden a quedarse atrás mirando los actos de las personas que avanzan a paso firme, cumpliendo con sus proyectos y ambiciones, haciendo que no les quede otro papel mas que el de ser críticos.
En la sociedad, lamentablemente, podemos encontrar esta clase de personas odiosas por todos lados: en la televisión, en los medios, en la familia y hasta nosotros mismos mas de una vez debemos haber sido críticos, encontrando las faltas de los demás y obviando las propias. Es mucho mas fácil mirar los errores del otro o las virtudes (para criticarlas), que concentrarnos en nosotros mismos. Como también es mucho más cómodo, porque si no encontramos nuestras propias faltas, no vamos a tener que cambiarlas. Personas que se fijan en la familia, novio y amigas como también en la vida y obra de los demás.
Estoy totalmente de acuerdo con la idea de que también existen críticas que son constructivas, mientras que se hagan en forma de consejo, y con un fin noble. Las personas tendrían que poder ayudar a mejorar y superar los errores de los otros, pero la actitud de un ser criticón no ayuda a nadie, y lo que es peor no ayuda a uno.
Aun así, considero que hay algo peor que el dedo acusador de las otras personas, y este es nuestro propio dedo acusador. Estoy hablando del momento en que ponemos como blanco de todas las críticas a nosotros mismos. Ese dedo que te apunta desde el espejo, para decirte todas las imperfecciones que poseemos. Ese dedo que te exige que hagas las cosas perfectamente, sin margen de error. Ese dedo que te dice que clase de hombre o mujer tenes que ser, para cumplir las expectativas que los demás tienen sobre vos. Ese dedo que te recuerda todas las noches que podrías haberlo hecho mejor. Nuestra propia autoestima es de lo que hablo.
Muchas veces mi peor enemiga fui yo misma. No recuerdo bien cuando y tampoco es importante el dato, pero alguna vez creí necesitar que las otras personas me vieran de determinada manera para poder caerles bien. Me preocupe mas en ser una mujer perfecta, que en mi propia felicidad. Buscando la aprobación de los demás, fue que me di cuenta que comencé a actuar de maneras en las que, por ahí, no quería actuar. Suprimía cosas de mi vida, por el miedo a la crítica. Me deje llevar por el que dirán y no le di cavidad a mis sentimientos y cedí cosas que no quería ceder. Permití cosas que nunca quise permitir. Ni hablar de las propias carátulas que le puse a mis capacidades, como por ejemplo, al decirme a mi misma que no iba a ser capaz nunca de seguir una carrera universitaria y trabajar al mismo tiempo. O cuando me catalogue de frágil, y durante mucho tiempo creí que si me lastimaba una vez mas no lo iba a soportar, y hoy me doy cuenta de que no solo soy una persona fuerte, sino que además soy una persona totalmente segura de mi misma y de las cosas a las que aspiro en mi vida.
Considero que esta bien exigirse cosas a si mismo, esta bien tener aspiraciones y ambiciones. Pero nunca al extremo de que corra peligro nuestra autoestima. No hay que ser un 10 en todo, para ser una persona feliz. Tampoco no luchar por lo que uno quiere, ni dejarse llevar por lo que las otras personas creen de nosotros, ¿que es más importante lo que ellos creen de mí, o lo que yo creo?
No existe la perfección, por lo menos acá en la tierra no. Las personas tenemos defectos, tenemos problemas, tenemos cosas que nos cuestan más y cosas que nos cuestan menos. Las cosas que nos cuestan mucho simplemente hay que trabajarlas un poco más, dedicarles más tiempo, más vida. No vale la pena deprimirse por la opinión que otra persona tiene sobre vos. No vale la pena matarse por la aprobación de los demás. A todos nos gustan que nos aplaudan, y nos halaguen. Pero nunca vamos a encontrar más felicidad que en nuestro propio aplauso, en nuestra propia aprobación.

Ese camino marcado...


..."Esperando la casualidad buscada de mi vida, la más grande"...
["Los Amantes del Círculo Polar" (Júlio Médem, 1998)]

Me pregunto si este momento en mi vida tiene una explicación que vas más allá de la razón. Si tiene un por que el hecho de estar viviendo este minuto, que esta pasando, de la manera en la que lo estoy eligiendo vivir. No puedo dejar de cuestionarme y pensar que quizás lo que uno cree que es una casualidad, en realidad no lo es. Y tiene un motivo, tiene una razón, y tiene una causa. ¿Las señales son producto de nuestra imaginación, de lo que queremos ver, de lo que queremos creer o realmente existen mensajes que llegan desde un lugar al que llamamos destino?
Tantas veces las personas se vuelcan a la fe, a la confianza, o a los sueños de creer en esas cosas que a uno le hace bien, esas cosas que no son visibles, que no tienen una explicación científica, que no son mas que cosas que uno puede sentir.
Cuando nuestros sentimientos no están claros, o cuando no estamos seguros de lo que queremos, y no nos sentimos aptos como para tomar una decisión, todos alguna vez hemos convocado a la suerte. Tirando una moneda para ver si sale cara o cruz, un dado, o eligiendo simplemente la opción "que sea lo que sea". ¿La suerte existe?, ¿existen realmente las personas que están tocadas con una barita mágica? esas personas que uno las mira y dice "no pudo haber tenido tanta suerte en su vida".
La teoría de la causalidad dice lo siguiente: "Toda acción conlleva una reacción, dos acciones iguales tendrán la misma reacción", a menos que se combinen varias causas entre sí haciendo impredecible a nuestros ojos el resultado. Según esta teoría, nada quedaría librado al azar. A ver si me explico, nada se crea de la nada. Todo tiene una causa y si tiene una causa estaba predestinada a existir desde el momento en que la causa apareció. Esto nos hace pensar que las casualidades no existen. Por ejemplo, cuando nos cruzamos a una persona que no vemos hace mucho, o cuando volvemos a ver a una persona que tal vez alguna vez la vimos y por algún motivo la retuvimos en nuestra memoria, o cuando vivimos algún momento que sentimos que ya pasamos, y siempre lo asociábamos una simple casualidad de la vida, en realidad... ¿esta mal? Eso que creímos insignificante: ¿en realidad tiene un porque que todavía no conocemos?
Lo que no me termina de convencer, es que a muchos sucesos de nuestra vida, no les encontramos una causa. Una explicación que encontré, buscando información, sería que haya una inmensa cantidad de causas para cada cosa y que nunca lleguemos a entrelazarlas entre si para encontrarle el sentido que debería tener. ¿Y el destino? ¿Y nuestro libre albedrío?. Si todos creeríamos en que nuestra historia ya esta escrita, y solo tenemos que seguir un libreto, la gente no haría nada por si mismos, si pensara todo el mundo de esa manera, creo que estaríamos todos sentados en nuestras casas esperando que nos sucedan las cosas, ¿de qué serviría nuestro esfuerzo o voluntad?.
Yo creo que el camino esta marcado... que esta adornado con una flor distinta para cada persona, pero que la opción de elección no nos la saca nadie, entonces muchas veces nosotros podemos desafiar ese destino y cruzarnos de camino... para elegir otra flor y disfrutar otras cosas, y conocer...y contemplar.
Me gusta la idea de que tenemos un sendero, un lugar para que nosotros transitemos, experimentemos cosas, modifiquemos cosas. Me gusta la idea de que los senderos estén destinados a cruzarse en los caminos de otras personas, entablando lazos, relaciones o amistades pasajeras. Me gusta la idea de que te voy a conocer, pero mas me gusta la idea de que me vas a conocer. Me gusta la idea de que hay una fuerza que no conocemos que vigila la caminata de estos peregrinos que a veces no hayan el rumbo. Pero lo que mas me gusta es la idea de que simplemente, sin vueltas, sin rebusques, sin complicaciones, llamemos a este camino VIDA...

Monday, August 14, 2006

Girando alrededor de las expectativas

Están por todos lados. Uno las coloca en cada nuevo comienzo, en cada historia, en cada situación, en cada circunstancia. Está en nuestra naturaleza el hecho de soñar, de creer, de ilusionarse, de confiar... Aparecen por si solas, desde algún rincón de nuestro subconsciente, a repetirnos y hacernos pensar en lo que podría llegar a ser, lo que podría llegar a pasar, lo que se podría llegar a armar. Casi desafiando al futuro, uno se convence de estas expectativas y comienza a querer y a creer lo que uno se imagina.
Es muy difícil explicar con palabras lo que pasa cuando una persona, encuentra un proyecto en común con otro ser humano y forman una relación, y mucho más difícil lo es para mí, a mis 20 años, explicarlo. Ante mi mirada inexperta cuando las personas se enamoran tienden a maximizar e idealizar a la persona que tienen en frente, todo es luz, todo es vida, todo es especial. Vemos en la otra persona las cosas buenas y las exageramos al infinito, etiquetando todo con el mismo nombre "no puede ser todo tan perfecto". Voy a tratar de ser un poco más lógica y afirmar el hecho de que yo no creo que las personas sean tan absurdas de creer que la persona que tienen en frente no tenga cosas malas ni defectos, lo que yo pienso es que uno en ese estado, en esa situación esta tan feliz que simplemente elige no verlas, aún sabiendo que están ahí, por el simple hecho de que hay cosas mas importantes que hacer que fijarse en eso al principio de una relación. Todos tenemos defectos y sería muy necio dejar de conocer a alguien por este hecho, que es igual para todas las personas de todo tipo de clase social, color, raza o religión. Empezamos a compartir cosas de nuestra vida, cosas de nuestra historia que tenemos bajo llave, ya que todos tenemos cosas intimas o secretos que pertenecen a nuestra vida privada, y que solo dejamos que sean parte unos pocos. Así sin mas, empiezas a compartir, empiezas a conocer a la persona que te esta sumergiendo en ese periodo en que es todo éxtasis, pasión, nervios y todo lo que envuelve las sensaciones de estar enamorado, quedando asentada una relación y la decisión de compartir poco a poco parte de tu vida diaria. Estoy en contra de los que dicen que la primera parte de una relación es la mas linda, creo que los que piensan así son las personas que les gusta lo fácil, lo simple, lo mediocre y los que con sus relaciones no llegan a nada mas que a un recuerdo...
La segunda parte de una relación es la principal y la más importante, además de ser la mas sincera. El momento en que abrimos un poco más los ojos, y vemos mas allá de lo que tenemos servido, y comenzamos a darnos cuenta de que no todo es tan perfecto. Comprendemos que la persona que tenemos adelante, no es ni un ángel, ni un ser de otro planeta, ni un regalo del cielo y lo empezamos a ver como a una persona normal que tiene defectos y cosas que nos irritan, molestan e incomodan. Quizás lo que en un principio nos enamoró, hoy no nos gusta más, y descubrimos otras cosas que si nos gustan y puede ser que más que las de antes. Y también, puede suceder, que los defectos que vemos en el otro nos alejen, y no pasemos nunca a la tercera etapa que es aprender a aceptar las diferencias para empezar a amar. No soy partidaria de las personas que dicen amar a una persona a los pocos días, y también meses, de conocer a alguien. Para poder amar, hay que conocer, pero por sobre todas las cosas hay que aceptar, y uno no sabe si acepta al otro y sus cosas hasta que vive la experiencia, y unos pocos días de relación, no es experiencia de nadie. No es que haga una desvalorización de las personas que dicen "te amo" con poco tiempo de relación... quizás en el momento de decirlo lo sienten realmente, y los aplaudo por tener la madurez como para decirlo. Pero estoy escribiendo tratando de ser objetiva, y las pruebas de lo que digo son nuestras propias experiencias. Uno puede sentir que ama profundamente a una persona, y quizás un día, después de mucho tiempo, de no darnos cuenta, sentimos que en realidad los defectos y el estilo de nuestra pareja, no tiene nada que ver con nosotros, o no es lo que queremos, pero si lo que creíamos querer. Y comprendemos el error de muchas personas que creen que amar y estar enamorado es la misma cosa. Cuando uno dice amar a una persona, no solo esta diciendo "te amo porque no te puedo querer mas...", uno además esta diciendo "te acepto con tus cosas malas, tus cosas buenas, así tal cual como SOS y no QUIERO CAMBIARTE" y eso, si nos ponemos a pensar claramente, no puede sentirse en el estado de enamoramiento que es cuando no vemos los defectos de la otra persona ¿Cómo voy a querer cambiarte si todo es perfecto?
Cuando las relaciones se rompen, mi experiencia dice que es porque no se superó la segunda etapa, simplemente los defectos y las diferencias de la otra persona no las puedo aceptar, por ende no pude aprender a amar, sus cosas buenas y sus cosas malas hicieron un giro inesperado en la balanza y no llego a ser suficiente. Quizás las dos personas que forman parte de la relación no lograron aprender a amar, o tal vez solo una logró pasar a esa tercera etapa que es el amor, y el otro decide terminar así una relación más de su vida. Cualquiera de los gana en ese momento, la experiencia de una relación, es algo que queda para siempre, haya sido corta o larga, es una experiencia mas para el futuro. Por supuesto, que si alguien salio mas lastimado, es la persona que si aprendió a amar, pero si uno hizo las cosas bien, se supera, todo se supera. Es muy factible que cuando se termina la relación, esa persona vuelva a experimentar el enamoramiento que se siente al principio, o peor, porque uno esta solo. Pero solo es hasta que se comprende que si no fue, es porque no tenía que ser.
No soy muy amiga de la idea del infinito, y de las cosas para toda la vida. Pero si en una relación hubo amor verdadero, no se rompe tan fácil ese lazo. Y si uno ve que se rompió y no hay vuelta atrás entonces vale cuestionarse y ponerse a pensar que quizás ese amor que uno creyó tener tan solo fue una prueba mas del camino y antes de decepcionarse, hay que entender que todo gira alrededor de las expectativas, y las expectativas las maneja uno. Uno elige que creer y que pensar, pero por sobre todas las cosas, COMO ESTAR.

Son pocos y valen mucho

Existen personas que pasaron por nuestra vida sin darnos cuenta. Existen personas que estuvieron y que alguna vez las creímos importantes, y hoy no están más y no son más que un vago recuerdo o una experiencia, o lo que es peor un simple momento. Existen personas que de las que ni memorias tenemos. Existen personas que nos dejaron enseñanzas, moralejas, o huellas que vamos a llevar siempre con nosotros, pero que las circunstancias de la vida hicieron que como llegaran se fueran, y que hoy simplemente no están más, y ya no contas con ellas. Pero, gracias a Dios, existen las personas que estuvieron, están y estarán siempre, sin excepción, con nosotros.
Compartiendo tu camino, compartiendo tus alegrías, compartiendo tus tristezas, compartiendo tus éxitos y compartiendo la vida. Se convirtieron en tu apoyo, en tu confianza, en tu seguridad y en tu sexto sentido. Los dejaste entrar tanto en tu vida, en tus cosas y contribuyeron tanto a tu felicidad que hoy sos una parte mas de cada uno de ellos. Quizás a varios los conozcamos desde hace muchos años, puede ser que te hayas criado con mas de uno, o quizás los conociste hace mucho menos pero su paso por tu vida hizo tanto ruido que ya ni te acordas del tiempo. Esas personas que están, no importa la hora, no importa el lugar, no importa el por qué... siempre podes contar con ellas. Los que no te exigen nada a cambio, los que no esperan nada a cambio. Los que son sinceros, dicen las cosas sin tapujos, sin mentiras, te miran, te dicen lo que piensan y sienten, sin obviar o suprimir. Con los que no conoces la decepción, porque jamás harían algo que te lastimaría, y la razón es tan simple como increíble, ellos te quieren...
Son tus amigos, de los que habló, son mis amigos por los que escribo. Son los afectos, las personas que no te impusieron nunca, sino que vos las elegiste para formar tu círculo de confianza. Las personas que separaste de tu vida social, para hacerlos entrar a tu mundo, a tu historia, a tus anécdotas, a tus sueños y a tus proyectos. Las personas que sobreviven al tiempo. Las personas que conocen tus gestos, tus sonrisas, tus días malos, tus días buenos. Las personas con las que no necesitas palabras para expresarte, solo basta la mirada para que te acompañen.
Las personas que llegan a tu casa y te la dan vuelta en un instante con la confianza de un hermano. Ellos te miran y no dudan en decirte lo mal que actuaste, pero tampoco dudan en felicitarte por las metas que alcanzaste. Te suben el animo, y te recuerdan todos los días que las personas no están solas, que uno puede elegir vivir solo, uno sobrevive a la soledad, pero... ¡cuanto mas feliz es uno acompañado! Que alegría y confianza me da saber que cuento con un grupo de gente que nunca me va a dejar sola. Desde travesuras infantiles, hasta la perdida de un ser querido, ellos estuvieron siempre ahí, siguiendo tus pasos. Con ellos, te animas a hablar del futuro, con el color con que lo quieras expresar, no te dan vergüenza ni tus proyectos, ni tus sueños, aun siendo conciente de los excéntricos que pueden parecer, con ellos este todo bien.
A Jorge Luís Borges cuando le tocó hablar del tema rescató la gran ventaja que tiene la amistad: "el amor exige continuos milagros, exige reciprocidad. Si uno deja de ver a una persona por unos días se puede llegar a sentir muy desdichado. En cambio, la amistad puede prescindir de la frecuentación, es algo mas intenso".
Ellos se pueden separar por diez años, y encontrarse en un café de nuestra Buenos Aires y se van a mirar, y van a comprender que para un amigo, el tiempo es un instrumento que se toca aparte, tiene música y letra propia, en cambio la amistad verdadera esta ahí, intacta, siempre con la misma melodía.

Thursday, August 10, 2006

El silencio: fácil de interpretar, dificil de tolerar.

El silencio como mensaje, el silencio como salida, el silencio como costumbre, el silencio como refugio, el silencio como esperanza, el silencio como adiós y el silencio como un "te quiero". Depende quien, depende como, depende cuando, el silencio se puede interpretar de muchísimas maneras, formas y posibilidades. No hay que ser sabio ni inteligente para poder admirar y entender un silencio...
La falta de palabras, la falta de miradas y la falta de gestos pueden ser tan valederas como un monologo de un millón de palabras. El silencio como herramienta ante una determinada situación puede ser más útil que el arma de la retórica. Para interpretar un silencio simplemente hay que optar entre ser positivo o negativo. Dos polos, dos opciones. Cuando se rompe una comunicación, o se elige terminar un dialogo, sobra incertidumbre y hay escasez de afirmaciones. Depende de uno como tomarlo, como elegirlo, o como aprovecharlo.
La inteligencia juega otro papel fundamental frente al silencio, no para interpretarlo, sino para vivirlo. Elijo vivirlo alegremente, como algo que tuvo que ser así, porque simplemente así fue, o elijo vivirlo lamentándolo, olvidándome de lo corta que es la vida, y creyéndolo un error.
Existe el silencio para huir, para no enfrentar algo que simplemente no quiero enfrentar. Existe el silencio para calmar, para fluir, para seguir. Existe el silencio de la inmadurez. Existe el silencio inteligente, simplemente no tengo nada extraordinariamente bueno para decir como para superar este silencio increíblemente bueno. Existe el silencio para pasar a otra cosa. Existe el silencio porque te quiero y existe el silencio del no te quiero mas. Para elegir ser positivo o negativo frente a este suceso simplemente hay que entender su por qué, entender el momento, entender si era necesario o no. La mirada que uno tiene sobre esto, es la mirada que uno elije tener. Puedo ser positiva y pensar que por fin entendí el proverbio hindú que dice "Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio". Quizás algún día se revierta la situación y haya palabras que merezcan ser más respetadas que este irremediable silencio.

Ayer, me despedí...

Ayer elegí sacar del camino las cosas que no me hacían bien. Las cosas que uno al estar acostumbrado les cuesta sacar del medio, pero que tarde o temprano hay que sacarlas (o correrlas un poco) para poder seguir avanzando. Dediqué horas a este trabajo, a esta reflexión y pensar las consecuencias de mi acto, pero me decidí a hacerlo y ayer me despedí.
Les dije "adiós" a aquellas cosas. Empecé con mi manía de comerme las uñas, esto puede parecer algo inofensivo pero me di cuenta de que realmente no es así, se convirtió casi en una adicción que no podía controlar. Ante cualquier cosa que me ponía un poquito nerviosa empezaba a mordisquear mis uñas, a tal punto de que comencé a lastimarme los dedos, ni a hablar de lo mal que quedaban estéticamente. Después proseguí despidiendome del café, pero no de cualquier café, me despedí del café nocturno. Antes de irme a dormir tenia el vicio de prepararme un café todas las noches, aun sabiendo que el café me impedía dormir bien y hacía que me quedara horas en la cama dando vueltas pensando en no sé que. El problema era que nunca antes había asociado que me si me tomo un café para levantarme, como voy a pretender tomarme un café para dormirme, pero bueno son esas cosas obvias de las que uno se acuerda tarde. A continuación, decidí despedirme de varias canciones que tenía archivadas en mi computadora. Hay música que para lo único que sirve es para que revivas cosas del pasado, o para trasmitirte mensajes de culpa, nostalgia y tristeza. Así que opté por eliminarlas y a continuación grabé canciones mas alegres, con mensajes mas esperanzados. Después se me ocurrió pasar a mis cajones. Ay... ¡Cuantas cosas para despedir tenía en esos cajones!, desde ositos hasta cartitas. Debo reconocer que fue un momento emotivo, ya que primero dediqué mi tiempo a mi caja de recuerdos, esas cartas, esas fotos, esos dibujos que uno tiene guardados de años atrás que sirven para empujar el pasado consigo. Por supuesto que hay cosas de las que no pude deshacerme, pero había otras tantas que elegí archivar, y dejarlas bien archivadas. Estoy convencida de que si esas cosas eran realmente importantes, es suficiente con que las tenga en mi memoria. Con las cartas que archivé, archivé una historia. Con las fotos que archivé, archivé una cara. Con los dibujos que archivé, archivé una memoria, y así nada mas, fui archivando distintas étapas de mi vida. Antes de deshacerme de mis agendas de años anteriores, me dediqué a darles una última lectura... ¡que distinta y que igual que soy a la chica de años atrás! Por cada frase que escribía, revivía una sensación, como si el tiempo no hubiese pasado. Me costó, pero decidí tirarlas, ¿con qué motivo seguir teniéndolas? para qué saber que estaba haciendo el 28 de junio del 2000, si lo importante es vivir este 28 de junio, este hoy...
Sucesivamente y en las horas siguientes, me fui despidiendo de diferentes manías, diferentes rituales y diferentes costumbres como, por ejemplo, subir a mis perras a mi cama y usarlas como bolsitas de agua caliente, ignorando que estuvieron en la calle y que se revuelcan por lugar que encuentran, asi durante mucho tiempo mas me fui despidiendo y cambiando diferentes cosas. Hasta que me tocó despedirme de él. Fue sinceramente lo que mas me costó. Fue lo que más pensé, lo que más cuestioné, y lo que más anhele. Pero lo dije y lo hice. Lo pensé y lo reflexioné. Lo sentí y lo actué. Me despedí mentalmente, deseándole lo mejor, pero simplemente opté por desprenderme de su recuerdo, ante la nueva oportunidad que me presentó la vida, opté por terminar mi momento de reflexión, opté por concluir mi momento de duelo. Opté por despedirme de él, pero no de lo que viví. Ya mas fuerte, mas entera, opte por olvidar la historia, pero nunca, jamas, la metafora. Pobre, él ni enterado esta de que me despedí o ¿si?... ¿lo sentirá?, ¿será cierto que algunas personas sienten los sentimientos de las otras personas sin una comunicación de por medio? Ojala no se haya despertado por mi culpa, tenía una voz de dormido... pero bueno, fue mi manera de decirle "chau, me voy... que duermas bien"

Monday, August 07, 2006

Estamos como estamos

El estado de ánimo de las personas varía constantemente. A veces estamos bien, a veces estamos mal, a veces estamos tranquilos, a veces estamos nerviosos y a veces simplemente "estamos". Este estado de ánimo es el que nos hace hacer una revisión completa de nuestra vida, porque en ese periodo de tiempo, en que nos sentimos asi, es cuando mas sentimos la carencia de algo, y lo que es, mas complejo aun, es que no sabemos que es lo que estamos carenciando. En esos momentos, no nos animamos a clasificar nuestro estado de ánimo con ningún adjetivo, ni de ninguna manera, porque no encontramos la palabra justa para explicar como nos sentimos. Estamos bien, porque no tenemos nada por lo cual estar mal, y estamos mal porque no encontramos ninguna cosa por lo cual estar bien (aunque las tengamos). En esos momentos nuestra vida transita un periodo de reflexión, porque contentos no estamos, y es como queremos estar, entonces dedicamos nuestro tiempo a pensar en como llegar a nuestra felicidad. Qué es lo que le falta a nuestra vida. Que es lo que nos esta impidiendo decir como nos encontramos. Cual es el condimento que haría que tenga un poco mas de gusto nuestra vida diaria.
Las cosas nos dan lo mismo, hacemos lo que tenemos que hacer. Sonreímos sin reír y lagrimamos sin llorar. Nos preguntan como estamos y tan solo atinamos a decir "todo en orden..." sin ningún tipo de emoción, esas palabras solo salen de nosotros sin pensarlas, porque realmente es así; Nada en nuestras vidas esta mal, o por lo menos todavía no identificamos algo que nos haga pensar lo contrario. Por momentos buscamos, desesperadamente, etiquetar nuestra sensación y cometemos el error de volcarnos para el lado de la tristeza, porque creemos que la vida sin motivación es simplemente fría, no encontramos la emoción en las cosas que hacemos, pero por sobre todo, no encontramos la pasión en las cosas que decimos y el hecho de no saber como estamos nos lleva directamente a estar mal, y ahí mismo comenzamos a tener un comportamiento que puede ser clasificado de todas las formas excepto de una: SANO. En vez de sentarnos a pensar realmente que es lo que estamos necesitando o que es lo que nos haría estar mejor, nos decimos a nosotros mismos que esto que sentimos es TRISTEZA y nos deprimimos. Algo casi tan neurótico como cuando pensamos que algo malo nos va a pasar porque no puede ser todo tan perfecto...