Friday, September 29, 2006

En la cama.

Dando vueltas en su cama, acompañada por su amigo el insomnio, no podía dejar de pensar en lo que había perdido. Trataba de entender su situación. Trataba de encontrarle una explicación a lo inexplicable. El miedo y la inmadurez la habían llevado a hacer cosas que no tenían ningún significado.
Se le venía a la cabeza, una y otra vez, el momento de la despedida. Sentados en aquel bar, rodeados de personas ajenas al momento que estaban atravesando. Recordaba los olores que envolvían el lugar junto con la mirada perdida de él, mientras que ella repetía palabras elaboradas, palabras sin sentido, palabras que no eran ciertas, palabras producto del terror que la albergaba.
Se preguntaba, tomándose la cabeza, cuando había sido el instante en que había creído que todos los momentos que había pasado con el, todas los sueños que habían compartidos, todas las noches que habían sentido, y todo el amor que se tenían, se podían olvidar y obviar como si nada... Como si nunca dos personas se hubieran amado, como si nunca hubieran soñado con el "para siempre", como si nunca hubieran sido uno, en vez de dos...
Estaba ahí, sola a la madrugada, con la luz que se filtraba por la cortina. Moviéndose en la cama, deshaciéndola y acomodándola. Cerrando los ojos, con la ingenua idea de que quizás se podría dormir. Con la ilusión de que mañana cuando se despierte, ese amor quede en el olvido. Pero, en el fondo, ella sabía que era imposible... que todavía lo amaba demasiado. Que quizás él no estaba mas con ella físicamente, pero que su cabeza todavía lo tenía presente, y su corazón vivía con él...
Durante el día, las canciones de la radio, o las sencillez de una flor en primavera, tenían relación con él. Todo seguía girando alrededor de su recuerdo. Por las noches, cuando no dormía, estaba queriendo sentirlo una vez mas, queriendo llamarlo, queriendo escucharlo. Si tenía suerte y lograba dormirse, sus sueños igual lo volvían a traer.
Estaba en todos lados, no la dejaba en paz, el recuerdo de lo que había sido era muy fuerte todavía, pero lo que mas dolia era pensar en "lo que pudo haber sido". No podía creer como lo había dejado ir, no encontraba la forma de pedirle perdón, por lo que ella le había hecho sufrir.
Extrañaba su olor, sus palabras, sus retos, sus risas... Extrañaba hasta lo que no le gustaba. Había días en que ella buscaba desesperadamente odiarlo, pensando que de esta forma quizás lo olvidaría, pero era inútil... todavía lo amaba. Sabía que le había dicho "adiós" a la persona equivocada...

Wednesday, September 27, 2006

Llueve sobre ella

Estaba hace horas, concentrada, mirando la lluvia desde la ventana de la oficina. Se sentía como una gota de lluvia, que resbalaba y caía, lentamente, sobre el vacío. Estos días, que le estaban tocando a la ciudad, la angustiaban. No sabía porque este poquito de agua, que caía desde el cielo, la ponía en el lado del melancolismo.
Eran las 8 de la mañana y, todavía, la oficina no tenía la vida de la tarde. Faltaba gente y estaba silenciosa, eso la ponía aún mas tensa. Se preparó un te, y volvió a su escritorio, jugando a dar vueltas con la silla, y con la mirada perdida en la ventana, se dio cuenta de que no podía dejar de pensar en él. En el momento en que lo reencontró caminando en esa calle, esa mañana.
No había sabido nada de él en meses, y lo extrañaba. Necesitaba saber que había sido de su vida, donde estaba, a quien frecuentaba, si pensaba en ella o si pensaba en ellos...
Ahora, estaba jugando con la cucharita y la taza, mientras tanto su cabeza, recordaba todas las anécdotas que tenían que ver con la lluvia. La cantidad de veces que se quedaron en la casa, porque la lluvia incentivaba mas a dormir que a salir o la tarde de lluvia en el campo que jugaron a las cartas y se arrinconaron frente a la chimenea durante horas. Y así miles de vivencias, que se le venían a la cabeza, y la ponían mitad triste, mitad contenta. Es lindo recordar, a veces puede ser movilizador, pero es una sensación única, ya que uno ahí se da cuenta de que hay momentos de nuestra vida que tenemos guardados adentro nuestro, intactos en el centro de nuestra cabeza, esperando ser convocados, para así ser recordados. Recordar y revivir memorias, es como rendirle honor a nuestras vivencias.
Sus excusas baratas y su filosofía equivocada sobre el amor, y sobre las relaciones habían llevado a una separación. Pensar en su corta edad, y las cosas que estaba dejando de aprovechar. La idea mediocre de creer que no podía dedicarse a ella, y a sus ambiciones personales por estar acompañada. No aguantaba mas la angustia que la estaba comiendo por adentro, y no soportaba este día de lluvia sin el. Tampoco podría soportar otro día de sol y las anécdotas que estos traerían.
Juntó fuerza y decidió llamarlo. Discó despacito, muy despacito, casi dudando de lo que hacia, esperando que alguien venga a decirle que no lo haga, pero nadie vino y siguió discando. Se empezó a escuchar a lo lejos el tono que indicaba que estaba llamando, cuando de repente habló la voz familiar que estaba ansiosa por escuchar...
-"hola" (otra vez) "hola?" (Una vez más) "me escucha?"(Y por ultimo) "gorda, decime si escuchas porque no se quien es", (segundos mas tarde... VOZ FEMENINA), "hola??..."
Ella cortó. Hundida en esa voz femenina, que la había atendido, de una extraña que estaba con él... La lluvia se hizo mas intensa, y ella solo pensaba en que lo había perdido. La taza cayo al piso, y el te se desparramó por el suelo. Su mirada se perdió, y su corazón se partió. Ellos ya no existían, y ella había tardado mucho en darse cuenta de esa situación.

Sunday, September 24, 2006

El cigarrillo del desencuentro.

El cigarrillo tardó en consumirse más de lo normal. El tiempo no corría, se había detenido en algún momento de la noche, con el susurro de la pronunciación de dos palabras. Todavía se siente el instante en el que cesó el movimiento. Esas dos miradas que, luego, se fundieron en un abrazo y en un momento.
Ella trataba de no demostrar su nerviosismo. La falta de confianza la hacía incomodar. Ocultaba todo detrás de la sonrisa, que trataba de hacer parecer natural. Una mueca que la hacía evitar llorar...
Corría el mes de septiembre, sábado de madrugada o domingo a la mañana, y unas piernas que no podían parar de temblar. Un ambiente y dos almohadones, una botella y dos velas, que iluminaban menos de lo que tenían que iluminar.
Trataba de encontrar el significado de las miradas de él, pero eran imposibles de descifrar. Había desaparecido la vives de su repertorio, frente a la firmeza de su sinceridad. Una sombra tímida de alguien, a la que ella creía conocido, se asomaba despacito, reemplazando la seguridad que antes parecía abundar.
Mientras que las palabras se iban agotando, y la bebida desapareciendo, trataba de no llorar. De no decirle que hablaba por lo que pensaba y ocultaba, así, lo que sentía. No quería contarle que, la verdad, necesitaba un abrazo más. Buscaba, desesperadamente, evitar deshacerse en frente de él. Y mostrarle la fragilidad y el miedo que esa noche estaban acompañándola.
Había pasado poco tiempo luego del encuentro, y hoy, ya se hablaba de desencuentro. No quería, pero tenía que hacerlo. Ella, sabía como iba a terminar aquella historia sin comenzar.
Un cigarrillo más, un beso, un taxi esperándola, y un chau sin pausa... ni esperanza.

Thursday, September 21, 2006

La primavera

Llegó el 21 de septiembre, y de este lado del mundo, el día de la primavera. El día en que se renueva la naturaleza. El día que cambian los colores de los paisajes. Se van los grises y aparecen los colores llenos de vida. Los puestitos de flores empiezan a mostrar la variedad de rosas en las veredas. La gente comienza a sonreír más. Vemos a la gente más alegre, más contenta, caminando por la calle, camino a trabajar...
El día del estudiante, las facultades y los colegios, no abren, y los chicos tienen ese día libre para juntarse con amigos. Organizan todo tipo de programas, algunos organizan los picados en la plaza, también se van a las quintas, o hacen algún que otro asadito, otros eligen el "famoso pic- nic" en los parques o por los bosques de Palermo. Pero todos con un mismo fin: Disfrutar de un día al aire libre.
Hoy, me puse a pensar en la época de mi colegio, cuando tenía que cumplir todos los días un horario fijo, levantarme temprano, desayunar e ir a clases. Siempre tan despreocupada, siempre tan contenta, sin problemas, con una rutina fija que era divertida. ¡Cuantas veces habré hecho un pic nic con mis amigas! llevando comida, mantel y todo lo que se necesita a un parque... y ¡cuantas veces habré protestado frente a este programa!
Hoy, unos pocos añitos después, caminando al trabajo, me doy cuenta de cuanto daría por sentarme en la plaza con todas mis amigas y disfrutar de este día tan lindo que le tocó a nuestra ciudad. Es increíble como a medida que pasa el tiempo las preocupaciones aumentan, y los horarios empiezan a cambiar, se hace mas difícil encontrar los momentos en que todas estamos libres entre la facultad y los trabajos. Los días también tienen su rutina, pero a diferencia de cuando íbamos al colegio, esta se hace mucho más cansadora...
Aún así, hoy me desperté contenta. Esta nueva estación siempre hace que yo me sienta mejor, estos días lindos te hacen caminar por la calle, distinta, con más ganas. La ropa de verano, es siempre menos pesada que la del invierno, uno esta más relajado y disfruta admirando los colores que trae la primavera. Te aparecen las ganas de hacer nuevas cosas, de organizar programas al aire libre, de disfrutar del verde y uno, además, ya comienza a pensar en las vacaciones y en los eternos veranos...

Wednesday, September 20, 2006

En otro planeta

Tan distinto y tan igual. Tan extraño y tan familiar. Tan lejano y tan cercano. Ayer te volví a ver una vez más...
Te encontré frente a esa multitud que te cercaba. Te busqué o apareciste, da igual. Estabas ahí, eras vos y era otra vez yo. Nos miramos, y quise salir. No podía... no quería... no entendía...
¿Por qué estabas ahí? ¿Qué hacías? ¿Casualidad o causalidad?
Es aterrador pensar que dos personas que compartieron tanto hoy son solamente dos extraños…
Quise correr pero los semáforos me frenaron, y tuve que esperar... Esas trabas que aparecen cuando uno solamente quieren escapar. Dios, como quería encontrar un taxi rápido, para que me llevara a la luna o a otro planeta, o simplemente a algún lugar lejano en donde poder descansar.
Un lugar extraño, un lugar ajeno a los que acostumbramos alguna vez a frecuentar. ¿Seguís siendo igual? ¿Seguís siendo el mismo? ¿A que se debe esa mirada perdida?
Una pared invisible me impidió acercarme a vos, tenía ganas de saludarte, de ver que había sido de tu vida, como habías estado... pero no pude hablar, solamente te mire y una vez mas nuestros ojos fueron nuestro medio de comunicación. Esas miradas que antes decían tanto y hoy no dicen nada. La misma gente de siempre nos acompañó en el encuentro, esa gente que siempre se fijo en nosotros, y que siempre se metió con nosotros.
En un instante pude saber que pensabas, como estabas, y como actuabas. Adivine lo que había atrás de esa cara triste y esos ojos perdidos. Como si no hubiese habido un abismo que separara a estas dos personas que siempre habían caminado juntos, y hoy caminan lejos y con rumbos inciertos. Era raro, era inesperado. Dos extraños conocidos alejándose. Durmieron juntos, rieron juntos, compartieron palabras, compartieron pasiones, compartieron sueños y experiencias.
Hoy, un día después, me doy cuenta que se tiene que seguir caminando, pero lo hago mas tranquila, se que esta conexión sigue estando. De una manera distinta, rara, diferente… pero ahí esta, esperando el momento de hacernos acordar que de los errores se aprenden, que perdonar es normal, que hay batallas que se pierden y personas que se alejan, pero los recuerdos quedan haciéndole a uno acordar que otras personas mas aparecerán. Y si esas personas ya aparecieron, las valoras mas, las ves y pensas que ojala no se conviertan en esos extraños, que creiste iban a estar con vos, y que hoy no estan mas.
Que increíble es el hecho de que a veces un lugar esta repleto de gente, de ruidos, pero uno solo ve lo que quiere ver, y escucha lo que quiere escuchar. Como si existiera un instante en que se paraliza todo y no existe el movimiento, y solo te acordas de lo que te queres acordar.

Monday, September 18, 2006

Mi día negro...

Existen días en que experimentamos una felicidad imposible de describir con palabras. Las lunas, los soles y astros están de nuestro lado, haciendo que nos sintamos contentos y alegres. Nos cuesta ver las cosas desde un lado negativo, y solo vemos las cosas que nos hacen estar bien, que nos sacan muchas sonrisas.
Pero, para nuestra desgracia, también existen los días negros. Los días en que no encontras razones para levantarte de la cama. Los días en que las cosas que tenes que hacer, o nuestras responsabilidades nos superan, haciéndonos sentir como hormigas frente a problemas tan gigantes. Los momentos en que la preocupación esta a la orden del día. Los momentos en que te cuestionas todo, porque todo esta tan mal, que necesitas reflexionar sobre tu vida entera. Hablo de ese momento en que te queres escapar, subirte a un avión, e irte al lugar más lejano, y mas extraño del mundo, donde nadie te conozca y te moleste...
Lo único que queres es estar solo, tener un momento para charlar con vos misma, y preguntarte que queres para tu vida... en que momento te olvidaste de vos misma para ocuparte de los demás... en que momento las cosas se te fueron de la manos... en que momento decidiste que lo que estabas haciendo era lo que vos querías para tu vida...
Esos días en que el consejo de la gente, no solo no funciona para vos, sino que es molesto y te irrita. Esos días en que sentís que no podes con todo lo que tenes que hacer. Te invade la tristeza, esa sensación de angustia, y no sabes a que atribuirsela. Sentís un peso tan grande en la espalda que lo único que buscas es acostarte a descansar y si es posible dormir, para olvidarte un poco de lo que te esta preocupando. Pero irónicamente, un amigo te empieza a visitar, y ese amigo, te persigue a la noche y no te deja en paz, estamos hablando del insomnio. Hace que te quedes horas dando vuelta en la cama, pensando en no sé que, haciendo que esos días negros de los cuales te queres olvidar, sean mas largos que lo normal...
Te llevas mal con todo el mundo, contestas mal porque nadie entiende que lo que queres es no hablar con nadie, y automáticamente empiezan los cuestionamientos del "¿que te pasa?" "¿te hice algo y no me queres decir?" y vos lo único que queres es que se callen y hacerlos entender que nada tiene que ver con ellos, sino que estas con un problema con vos misma...
¿Por qué a veces somos tan débiles para sentirnos así de perdidos? ¿Por qué hay días en que nos irrita todo a tal punto de desear desesperadamente tener alas para salir volando a algún lugar?
De alguna forma, todo se conspira en contra tuyo... y los problemas que ibas pateando hace un tiempo, aparecen todos juntos, en el mismo día para hacerte recordar que tarde o temprano te iban a alcanzar. Y las respuestas a lo que te sucede, a porque estas así, no las encontras, porque NI uno sabe porque se siente así. Solo atinas a rogar que mañana sea un día más especial... que la luz llegue para terminar con la negrura de ese día que queres enterrar.

Friday, September 15, 2006


"Quizá porque ya no veo la felicidad como algo inalcanzable; ahora sé que la felicidad puede ocurrir en cualquier momento y que no se debe perseguir."
Jorge Luis Borges

Thursday, September 14, 2006

Te quiero contar un secreto.

Te quiero ayudar a encontrar...
esa sonrisa que se perdió por algún lugar.
Te quiero ayudar a encontrar...
esa mirada profunda que antes solía sofocar.
Te quiero ayudar a encontrar...
esas palabras sabias que hacían que mi cabeza se mareara.
Te quiero ayudar a encontrar...
ese camino del cual te desviaste.
Te quiero ayudar a encontrar
ese consuelo que solías darme...

Te quiero enseñar...
todo lo que vos me enseñaste.
Te quiero enseñar...
que todavía podes soñar.
Te quiero enseñar...
que un abrazo nunca te va a faltar.
Te quiero enseñar...
que mi amistad siempre tendrás.
Te quiero enseñar...
que todavía te pueden perdonar.

Te quiero dar...
mi mano para poder caminar.
Te quiero dar...
un beso antes de terminar.
Te quiero dar...
Un consejo que guardar.
Te quiero dar...
un olvido, sin olvidar.
Te quiero dar...
algo para aprovechar.

Te quiero mostrar...
que todavía podes confiar.
Te quiero mostrar...
que ya nadie mas te va a engañar.
Te quiero mostrar...
lo que era nuestra causa.
Te quiero mostrar...
lo que dejaste en mi alma.
Te quiero mostrar...
mi confianza.

Te quiero compartir...
mi esperanza.
Te quiero compartir...
mi espalda.
Te quiero compartir...
mi alegría de vivir.
Te quiero compartir...
mi sueño al partir.

Te quiero sacar...
tus lágrimas al pasar.
Te quiero sacar...
tu falta de confianza.
Te quiero sacar...
la tristeza que te empaña
Te quiero sacar...
el miedo y la rabia.
Te quiero sacar...
tus nostalgias.

Pero lo que mas quiero es sacarte...
un te quiero.

Tuesday, September 12, 2006

Mi karma, tu karma y nuestro karma

Que cosa rara esto de los karmas. Hasta hace unos días no sabía muy bien de que se trataba. Ayer una charla, mas que interesante, logró captar toda mi atención en el tema y me empujó a profundizarme un poco más en el. (Pensar que te discutí pensando que sabía algo sobre esto...)
¡Que miedo esto de los karmas! Esta cosa de la ley cósmica, de retribución (causa y efecto) debe asustar a más de uno.
Cuantas veces pensamos en esa frase que a muchos les carcome la cabeza del "todo vuelve..." o "todo el mal que haces, después te lo hacen a vos", son preocupantes esos dichos. Creo que alguna vez antes de hacer alguna acción que por ahí sabía que no era la más correcta reflexioné y me dije "Luz, tranquila, que después te vuelve todo" y automáticamente pensaba en otra cosa. Es que el común de las personas suelen tener miedo frente a estas situaciones ya que piensan que uno puedo hacer lo que quiere, pero de ahí a que eso mismo se lo hagan a uno hay una diferencia ENORME!...
Para acercarme mas al tema, recurrí a las distintas definiciones que hay sobre "el karma" y "la ley del karma" (esta última mete un poco de miedo, ¿no?). El karma puede ser explicado como un fenómeno de inercia, una "inercia de naturaleza". Según esta visión, las personas generan tendencias a través de sus causas. Un pensamiento, palabra o acción "intencional" determinará una tendencia en el mismo sentido. Queriendo esto decir que en el futuro, las causas no necesariamente serían intencionales, sino que estarían influenciadas o inducidas por causas previas. Logrando que el karma forme parte de una fuerza inconsciente y condicionante, que hace que las personas tiendan a un determinado estado de vida. Otro punto de vista dice que el karma es la "Ley fundamental del Universo; la fuente, el origen, y la base de todas las demás leyes que existen en la Naturaleza. El karma es la inequívoca ley que ajusta los efectos y las causas en los planos físico, mental y espiritual del ser” y agrega que esta ley "ajusta sabia e inteligentemente todas las causas a los efectos". Pero lo más importante sería que un mal karma, es resultado de malas causas que conducen al individuo a atravesar repetidamente una situación que provoca sufrimiento. De este tema, seguramente, salieron las frases antes mencionadas y la de "uno cosecha lo que siembra". El karma es generalmente asociado a la reencarnación, porque supuestamente uno en una vida no puede "pagar" todas las causas que provocó y las termina de pagar en vidas futuras. Pero, sinceramente, el tema de la reencarnación es un tema complejo que no concuerda con mis pensamientos, y no quiero que darle publicidad. Me gusta más la idea de una sola vida, y de vivirla plenamente aunque se me cobre todas mis faltas acá.
No hay nadie que no haya tenido malas conductas, y no creo que haya nadie que pueda decir que su conducta fue ejemplar. Todos cuando cometemos errores u obramos mal, sabemos que estamos haciendo lo incorrecto, pero no necesariamente lo hacemos para causar sufrimiento o porque nos cause placer. Entonces... ¿Como se hace para romper un mal karma? ¿Soy presa de mis acciones? ¿El arrepentimiento no cuenta? Preguntas que estoy tratando de responder, y no porque sienta que hice mucho mal en mi vida y que este me va a volver, sino porque creo sinceramente que las personas pueden cambiar y mejorar, y esta ley de causa-efecto condenaría las acciones sin tregua alguna.
Nosotros creamos nuestro propio destino mediante lo que escogemos constantemente en cada momento. Las acciones que realizamos basadas en nuestra ignorancia, nos atan con nuestros actos, sentimientos y pensamientos egoístas. Para encontrar paz y felicidad tenemos que poner fin a esos actos egoístas. Cuando aprendemos esto, comenzamos a utilizar la ley del karma de manera consciente para liberarnos de los efectos de nuestra anterior ignorancia. Esto querría decir que se puede usar esta ley para liberarnos de futuras cosas que nos harían mal... el arrepentimiento y el hecho de revertir situaciones que creemos molestas y que pueden repercutir en nuestro futuro, ayuda a que nuestros karmas desaparezcan y que esto se convierta en una posibilidad positiva de cambio. La ley del karma se resume en estas palabras de la autora Mabel Collins: “Todo hombre es su propio y absoluto legislador, el dispensador de sus glorias o tristezas, y quien determina su vida, recompensa y castigo.”
Ante la duda de poder terminar con los futuros karmas que pueden ir apareciendo en mi vida... ayer decidí arreglar los asuntos que estaban sueltos en mi historia. Decidí llevarme bien con todo el mundo, terminar las cosas en paz y olvidar viejos rencores. Llamé a quien tenía que llamar, pedí perdón a quien tenía que hacerlo. Arreglé para verme con las personas que extraño y que fueron parte de una importante etapa de mi vida y que por diferentes motivos no las frecuento mas. Hice gestos de "amistad" con algunos otros. Y cerré varios capítulos, y con ellos esos karmas.................
Hoy inexplicablemente, me levanté mas pura que nunca, como si no tuviera mas asuntos ni charlas pendientes. Me levanté cantando, sonriente e hice cosas que nunca había hecho. Cuando uno puede charlar con su conciencia, y aclarar un par de puntos que lo incomodan, y hacer cosas positivas... ¡que bien que se siente uno!, es como empezar de nuevo... y sin karmas que me persigan, es lo que voy a hacer...
¡Que día divino el que le tocó a Buenos Aires hoy...!, ¿no?

Monday, September 11, 2006

Elijo esto...

Hace unos años atrás, dos personas me dijeron que yo vivía adentro de una burbuja. Un mundo que yo me había creado a mi propia conveniencia y con mis propias convicciones. Un lugar que no encajaba con la realidad, que no cabía en ningún sitio más...
Días atrás otra persona me dijo lo mismo, basándose en que mi forma de ver la vida era ingenua. Sin ganas de discutir, y sin la necesidad de que cambie de opinión, elegí quedarme callada, ya que solo se trataba de su punto de vista. Como era de esperarse, una vez llegada a mi casa, me quede pensando en el tema durante largo rato antes de sacar mis conclusiones.
Creo, que a su modo, todos vivimos en diferentes burbujas, vemos al mundo y las situaciones de la manera en la que nosotros elegimos verlo. Creamos barreras entre lo correcto y lo incorrecto. Clasificamos a las cosas entre el bien y el mal. Elegimos que personas pueden pasar a través de nuestra cortina, para compartir vivencias con nosotros. Decidimos que aceptar y que obviar. Que mirar y que cegar. Creando nuestro propio mundo a través de lo que pensamos, sentimos y queremos. Cada cual tiene sus metas, sus proyectos, sus sueños e ilusiones. Las personas somos todas diferentes, no hay nadie que piensa igual a otro en todos los aspectos de la vida. Esas diferencias son las que rompen con la rutina, y traen las cosas llamativas y divertidas a nuestra historia.
La diferencia entre la burbuja de esa persona, que trato de ofenderme diciéndomelo, es que la de ella esta cargada de cosas negativas y la mía de positivas. Quizás esa persona, tenga menos tropezones que yo, quizás su manera defensiva de ver la vida, lo haga caminar sin tantos altibajos, pero creo en el fondo elegir mi mirada ingenua de la vida, antes que su mirada de desconfianza.
Yo creo que las personas nos podemos equivocar, podemos cometer errores, y a veces portarnos mal. Yo creo que las personas a veces pueden lastimar, sin querer hacerlo. Yo creo que cuando una persona miente, no necesariamente significa que tenga maldad, sino inseguridad. Yo creo que las personas que se fijan en la vida de las otras personas, y critican, solo lo hacen porque su vida es monótona o aburrida, y les resulta mas fácil fijarse en los errores del otro que hacer algo para cambiar los propios. Yo creo que las personas pueden cambiar, y mejorar para superarse día a día. También creo en el perdón y en los te quieros. Y si creer esto me hace ingenua, entonces elijo serlo.
Si el hecho de confiar, perdonar, volver a probar... Si el hecho de creer, de soñar, de ilusionarme, de no rendirme, de luchar por lo que quiero. Si el hecho de creer en las segundas oportunidades o el simple hecho de creer que todavía hay personas que se preocupan por otras personas, me hace ingenua... entonces, nuevamente, elijo serlo.
Elijo mirar el vaso de agua medio lleno a medio vacío. Elijo confiar, antes que volverme una neurótica desconfiando de personas equivocadas. Elijo aprender de mis errores, pero no ahogarme con ellos. Ojala pueda seguir siendo yo, con mis defectos incluidos. Elijo seguir caminando, arriesgarme y tener la posibilidad de caerme al rió mil veces, pero nunca quedarme sumergida en el. Elijo ser esta chica ingenua, con burbuja de por medio.
Me gusta vivir como vivo, pensar como pienso, y sentir como siento, sin poner freno a mis impulsos... cerrando los ojos y dejándome llevar, siempre siendo conciente de que quizás me puedo caer al pozo, pero con la certeza de que nunca me voy a quedar en el... que todos tenemos medios para salir y para seguir caminando sonriendo sin saber bien porque.

Thursday, September 07, 2006

Un bar y dos copas

Me hiciste reír durante toda la noche. Mientras que chocábamos las copas, sin razones aparentes, ni motivos valederos. El brindis era solo una excusa, para que salieran carcajadas delirantes e inexplicables.
El tiempo corría y la gente se iba. Las mesas volvían ser ocupadas por extraños, y nosotros sin notarlo.
Con tus gestos despistados, y palabras sin sentido, me olvide del mundo, de mi mundo... para solo escuchar tu voz sincera echando mensajes al aire.
Fijaste tu mirada en mis ojos, y los míos quisieron seguirte pero se perdieron en algún momento de la noche en algún lugar lejano, sin carril ni dirección concreta, pero queriendo encontrarte de vuelta. ¿Por donde me había perdido? ¿A donde te habías ido?
Tus manías invisibles hicieron que volviera antes que la noche concluyera. Ahí estabas, ahí estaba... dos personas en un mismo lugar queriendo hablar, ¿que estarás pensando? ¿Lo mismo que yo? que ya no existe el pasado, que todavía no existe el futuro y solo nos queda el hoy...

Tuesday, September 05, 2006

El tiempo


- ¿Y qué somos? - preguntó
- Dos extraños conocidos - contesté

Instantes mágicos

Solo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado. Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana. Pero quien presta atención a su día, descubre el instante mágico que puede estar escondido a la hora en que metemos la llave en la puerta por la mañana, en el instante de silencio después del almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales. Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.
La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones... pero solo es pasajero, y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar atrás con orgullo y fe.
Pobre de aquel que tiene miedo de correr riesgos. Porque ese quizás no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás, porque siempre miramos hacia atrás, oirá que el corazón le dice: "Que hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días?

Fragmento - "A orillas del Río Piedras me senté y lloré"

Porque no podemos, porque no queremos, porque no tenemos el valor, la fuerza o las ganas para luchar por lo que anhelamos, ¿cuantas veces nos derrotaron antes de haberlo intentado? ¿Cuantas veces abandonamos algo bueno por el miedo al fracaso, a la derrota o a la desilusión?Cuanto mas duele la incertidumbre de lo "que puedo haber sido" ante la certeza de "que lo intente y no funciono".
Cuanto mas tranquilas duermen las personas que saben que pusieron todo de uno para que nuestras metas y deseos se cumplan, y que mal duermen las personas que saben que hicieron todo para que los suyas no se cumplan, ¿quien queda mejor parado? ¿Quien mira atrás contento?
Sumergirnos en lo desconocido hace que inevitablemente, experimentemos la sensación que trae consigo el miedo. Nos paralizamos ante lo diferente, lo extraño, lo que no es algo cotidiano. ¿Como hago para explicar que me muero de miedo?, que no se si estoy segura de querer afrontar un riesgo. Que me aterra la idea de que las cosas se me puedan ir de las manos, en este momento de mi vida, en que creo tener todo claro.
Muchas veces nos sucede que tenemos una contradicción entre lo que sentimos y pensamos. ¿Como distingo el bien del mal? ¿Como saber que tengo que hacer?
Quiero vivir el hoy, disfrutar mi momento, pero la preocupación de lo que va a pasar mañana es algo que me persigue, que no me deja en paz. Los proyectos, las metas, cumplir con las obligaciones, la incertidumbre del mañana...
Solo tengo la seguridad de que no quiero rendirme, de querer seguir mi instinto y mi poder de percepción... No se lo que quiero, pero se lo que no quiero. Tratamos de buscar todos los días ese instante mágico en el que podemos cambiar lo que no nos hace felices, algunos días lo encontramos claro, lo vemos perfecto, y lo llegamos a contemplar y tomamos desiciones como seguir caminando sin mirar atrás, pero... ¿por qué hay otros días en los que se hace tan difícil poder verlos?

Monday, September 04, 2006

¿Quién dijo que no existen las segundas oportunidades?

Existen personas que nos dejaron una huella marcada en su paso por nuestra vida que es tan imborrable, como lo son nuestras marcas de nacimiento. No existe nada que pueda borrarlas o sacarlas. No existe nadie que pueda sanarlas y quitarlas. Son marcas invisibles, que uno tiene guardadas.
Palabras, gestos, miradas o caricias. Anécdotas, juegos, recuerdos y memorias, que las llevamos escondidas tan adentro nuestro que es imposible encontrarlas. Cuando lo perdí, me invadió una sensación, imposible de describir. Uno simplemente lo tiene que vivir. No hay preparación, no hay explicación, no hay nada que se pueda parecer. La impotencia, la bronca y el dolor, la mezcla de cosas y sensaciones que te invaden, dejándote sin posibilidad de respirar.
La vida es así. Un día empieza y un día se termina. Fácil decirlo, difícil sentirlo.
Pero cuando creemos que todo se termina, cuando creemos que todo esta perdido, siempre se abre una ventana. Como si nos escucharan, como si todo estuviera perfectamente planeado para que las personas no se rindan ni se den por vencidas. Como si existiera una conspiración entre planetas, soles y lunas para que las personas cuando se caen al rió no se queden sumergidos en el, abriéndose a su paso esa ventana, esa salida... que se abrio con un nombre, y yo simplemente atiné a llamarlo: él...
No hubo reemplazo, no hubo un cambio. Simplemente una persona mas se unió a mi camino, y comenzó a caminar conmigo, dándome su mano y dándome un espacio. Compartiendo sus cosas con las mías. Compartiendo su vida con la nuestra. Consejos ante problemas. Sonrisas ante lágrimas. Apoyo frente al llanto. Miradas cómplices. Nuevos códigos, nuevos momentos. Charlas hasta altas horas de la noche. Palmadas en la espalda cuando no encontraba consuelo frente a las crisis que puede tener una chica de mi edad. Risas continuas sobre cosas chiquitas e insignificantes, pero que con él tienen un sentido especial. El... simplemente apareció, para verme crecer. El estuvo conmigo, así me lo hizo sentir y me lo hace sentir todos los días de mi vida, desde la mañana a la noche.
Sus retos, sabios y correctos, aparecen de vez en cuando para hacerme notar algo que estoy haciendo mal. Sus felicitaciones me hacen recordar que estoy por el camino adecuado, tratando de hacer las cosas bien. Su cariño esta en todos lados, desde el momento en que llega a casa, hasta que se va a dormir. Su amor me hizo feliz. Su enseñanza contribuyo a lo que soy hoy. Él respeto me enderezo. La confianza me levanto.
Formamos una familia, una familia que día a día me sorprende, con sus puntos buenos y sus puntos no tan buenos, pero siempre fuerte, indestructible... llena de valores, que forman a la mujer que se esta formando en mi.
Como agradecerle a la vida esta persona que nos puso en el camino. Como contradecir al destino si este viene con personas tan valiosas, como lo es él. Como querer cambiar algo de mi vida, si hoy soy increíblemente feliz. Como cuestionar la existencia de alguien superior que siempre nos pone cosas buenas en el camino.
La vida todos los días te cruza con personas, que hay que cuidar, que hay que retener y valorar. Uno sabe quienes son esas personas que te van a acompañar siempre. Uno sabe quien vale la pena y quien no. Uno sabe a quien querer y a quien no. Uno sabe a quien ayudar y a quien obviar. ¿Como puedo hacer para describir semejante amor incondicional que recibo todos los días de parte de el? ¿Como explicarle el hecho de que contribuyó tanto en mi, que hoy ya forma parte de mi misma?
Me apego a la idea de creer y pensar de que él va a estar siempre conmigo, que alguna vez va a caminar conmigo, en una iglesia, cuando yo crezca y quiera formar mi familia. Me apego a la idea de que los hijos que no tengo, alguna vez lo van a llamar abuelo. Me apego a la idea de los domingos comiendo asados con el y con toda nuestra familia. Me apego a la idea de que él fue un regalo de Dios, o quizás de mi papa, que puso a este hombre en mi camino, para que me cuide y me haga sentir tan querida como lo hubiese hecho él mismo...

(Te quiero Ri)