Sunday, December 09, 2007

Mi plan final

Estábamos en el medio de un partido de polo que poco me interesaba. Aplaudía cuando el grupo de gente que estaba conmigo lo hacía. Solo tenia en claro que tenia que apoyar a Ellerstina pero, sinceramente, si ganaba La Dolfina me daba igual. Me llamaba mas la atención las bandejas de comida, que llevaban los mozos que te trataban como una reina, que el partido en si. Dios! que rico que estaba todo. Otra cosa que me distraía era la vestimenta de la gente, algunos vestidos como si se tratara del casamiento de una hija. Hay personas que confunden el concepto de elegancia con extravagancia. En fin, era un buen programa. Me encontré con amigos y gente que hace mucho no frecuentaba, comí rico, y aprendí un poco más de un deporte que no me apasiona tanto pero que, al menos, es atractivo para ver.
No sé si fue en el chukker 6 o 7, da igual, que mi amiga empezó a relatarme, como buena mujer decepcionada, todo lo relacionado a su última relación fallida. Estaba con una expresión tan triste, que no me importaba darle mi oído por un rato. Ni bien terminó la primer oración, con respecto a su desamor, yo ya había elaborado mi sentencia sobre algo que, a mi entender, era obvio. Pero como no sirvo para decir las cosas sin anestesia y tal vez herir a quien no quiero, esperé a que termine el cuento para así ir elaborando, mentalmente, una manera de exponer mi juicio con algún tipo de adorno para un oído lastimado. Al ver que con cada cosa que escuchaba empeoraba mi sentencia, decidí callarla alegando que no se preocupara y disfrutara de un día como hoy en un lugar lindo, comiendo rico, y en compañía de amigos. Esa persona no se merecía importancia ni identidad en su vida. Pero, para mi sorpresa, mi comentario desembocó en otro comentario que me dejó pensando más de la cuenta; "Me mata que vos siempre te pones feliz de nada".
En el último tiempo me dijeron algo así 3 veces, y también en ese entonces me dejaron pensando. Cuando me lo dicen, ¿Lo consideran algo bueno o algo malo? y lo que es peor, ¿Yo considero que es realmente así? Ya en mi casa, después de haber visto el famoso gol de oro, la entrega de premios, saludado a quien me interesaba y comido de cuanta bandeja se me cruzaba me puse a reflexionar sobre esa afirmación.
Tengo que decir que no me considero ser una persona que le gusta estancarse en un sentimiento. Lloro poco y, cuando lo hago, espero que sea por algo que bien valga la pena. Me gusta transitar por la tristeza y no erradicarla de mi vida, pero anheló y hago todo lo posible, para que sea algo rápido y fugaz. Me alejo de las personas que no saben reír y son inseguras. Es más, si me pongo a pensar la mayoría de las personas que conozco y se quedaron al lado mío son aquellas que me hicieron reír. Las que saben apreciar y disfrutar de los momentos simples que nos da la vida todos los días, que luchan y pelean por lo que quieren para si mismos. Odio el lamento de lo que pudo haber sido y los arrepentimientos del pasado. No me conmuevo frente al "quiero y no puedo", porque considero que uno puede hacer lo que quiere y elige siempre.
Si, sin dudas, soy una persona que elige y quiere ser feliz. Cuento con la inteligencia suficiente para frenar y eliminar lo que no me gusta y no me hace bien. Trato de perdonar, aunque a veces se me hace difícil o me duela, porque también busco el perdón de los demás frente a mis errores. Me doy el lujo de soñar a lo grande y proyectar un futuro cargado de cosas buenas. Pienso en éxitos personales y mis ambiciones profesionales. Me lo permito, es mi cabeza y yo soy dueña de mis pensamientos. No hay día que no agradezca lo que tengo. Obviamente hay veces en que querría algo mas o cosas que todavía no alcancé, pero esos deseos no me nublan el panorama o tapan lo que hoy poseo. Disfruto lo que tengo, y espero con ansias lo que yo se que puedo lograr y pienso que merezco.
¿Por qué no voy a ser feliz? Si me regalaron una familia divina, que cuido y valoro un montón. Logré armar un grupo de gente que esta tan adentro mío, que se que los voy a llevar a lo largo de mi vida siempre. Me siento querida. Me alegra ver los éxitos ajenos y disfruto cuando mis seres queridos tienen lo que se merecen. Tengo la oportunidad de estudiar lo que quiero y trabajo divirtiéndome. Y no, no entiendo a quien elige la lágrima en lugar de la sonrisa. No comprendo a quien se estanca en un historia, en un fracaso o en algo banal. No tolero que las personas acepten y no traten de cambiar lo que les hace mal.
Digo todo esto, sabiendo que me caí mil veces y teniendo en claro que me voy a caer mil mas. No espero la vida color de rosa, y encontrar la perfección. Quizás porque entiendo que esas imperfecciones son las que nos hacen diferentes y hacen atractivos nuestros días. Me gusta pensar que voy a tener un montón de NO en el camino, y que yo voy a tener que dar todo de mi para convertirlos en un SI.
Perdí seres queridos, me confundí en mis juicios a terceros, hice cosas de las cuales no estoy orgullosa, me decepcionaron, me choqué con piedras de gran tamaño, no fui siempre una amiga excelente y tampoco voy a serlo. Seguro que, mas de una vez, actitudes mías lastimaron a otros. Pequé de ingenua y me lastimé, para después darme cuenta con un simple click y con un comentario hiriente que no valía la pena. Aposté doble, pedí otra vuelta y no siempre me fue bien. Pero aun así, elijo volver a confiar y a no cerrarme a nuevas experiencias, trato de levantarme bien. De ver el lado positivo a las cosas, de no quedarme ni acumular broncas, de aprovechar las oportunidades y nunca censuro las posibilidades de desear.
Algunos días se me hacen mas fáciles que otros, algunas situaciones las supero mas rápido que otras, me cuesta creer en las malas intenciones de la gente y tal vez recibo un golpesito extra por ello, pero nunca dejo de tratar y de querer alcanzar lo que quiero para mi. Reflexiono cada paso que doy, y cada capitulo de mi vida. Y no lo hago por deporte, sino porque se que de esos pasos salen las enseñanzas y las mejores experiencias. No hay fin de año que antes de levantar la copa no haga mi lista mental de las cosas que quiero lograr el siguiente año y las cosas que se que se que están mal en mi y tengo que cambiar.
Quizás ante la mirada ajena, yo soy feliz de la nada y con muy poco, pero para mi ese nada o "muy poco" es MUCHO. Ese nada… es el rejunte de mis afectos, de mis experiencias, de mi historia, de mis miedos, de mis ganas, de mi vida y de lo que esta por venir. Y tal vez soy naif, quizás soy mas soñadora de lo que esta permitido y en 10 años mi visión de la vida y lo que debería ser cambia radicalmente y encuentro en el lamento una salida fácil para no tratar de mejorar, pero hoy no me lo permito… HOY TENGO MEJORES PLANES.

Friday, November 30, 2007

Mas allá de todo.

Existen lazos entre personas que son inquebrantables. Esa clase de amores que no tienen ecuación que descifrar porque simplemente "son...". Por mas que haya problemas, diferencias, situaciones difíciles que atravesar, terremotos u océanos de distancia nunca cambian. No hablamos de una parte de tu vida, hablamos de una parte de nosotros mismos. Y ese es el lazo que siento y me une con mis hermanos. Tengo dos. Soy la mas chica. Como dice mi mama "el último regalo". La que tuvo la oportunidad de crecer con dos ejemplos más. La cuidada, la que rodeaban para protegerla de las cosas malas que siempre uno tiene alrededor. Sin lugar a dudas, mis hermanos influyeron en lo que hoy soy.
Mi hermano más grande me lleva 10 años, y es unos de los hombres de mi vida. Una verdadera persona y un gran amigo. Sincero, callado, y siempre sonriente va caminando ayudando y dando una mano a quien lo necesita. De chica tengo infinitos recuerdos de las bromas y juegos que hacía conmigo, fui como su play móvil de carne y hueso. Me hacía la vida imposible, pero siempre terminaba sacándome una sonrisa. Hoy, de grande, me escucha. Es un buen oído, aunque a veces tengo la sensación de que le agarra ese "no sé que" al darse cuenta de que no soy mas la chiquita que iba al colegio con la pollerita y la mochila. Se preocupa por mi y lo que siento... pero lo mas importante es que me lo hace notar. Esta ahí. No solo para mi, si no para todos sus afectos. Hoy lo veo casado, llevando adelante una casa, haciendo feliz a la mujer que eligió y me agarra una sensación de orgullo muy placentera. Me inspira admiración. La vida siempre parece que le sonríe, será porque él siempre le sonríe a la vida. Positivo como él, pocas personas hay. Y no creo que haya sido fácil, si me pongo a pensar que siendo a penas un chico se quedo como único hombre de familia con tres mujeres. Es puro relax, tanto que aunque tenga su casa en obra o patas para arriba igual te invita a comer o a tomar unos mates. No tiene drama ni intereses encontrados.
Mi hermana, por otro lado, con los casi 7 años de diferencia entre su edad y la mía es una mujer que adoro. Diferimos en la mayoría de las cosas. A veces siento que somos el agua y el aceite. Ella tan pasional, y yo muchas veces tan racional. Elige vivir el día a día. Gasolera como ella sola puede ser, pero una amiga como pocos saben ser. Un pajarito a la hora de sensibilizarnos y una leona a la hora de enojarse. Si, sin dudas, mi hermana salio polvorita. Vino a este mundo en un embase chiquito pero creo que llegó para hacer cosas grandes. Puro impulso, hace y deshace historias, modificando su camino a medida que lo transita. Ella va resolviendo las cosas cuando se le presentan, cero estructura, bien al revés mío. Un día se levantó siendo el mejor promedio de economía en la facultad, y al otro siendo actriz. Un año fue Laura Ingalls viviendo en el campo, y despues a viajar por Europa con una valija y un sueño que alcanzar. ¿Cómo no quererla? Si cuando empieza algo lo hace con una ilusión y una sonrisa que son pura adoración. Sin caer en la comodidad, siempre busca la felicidad. Ella cocina, yo pido delivery. Ella quiere salado, yo siempre voy a lo dulce. Ella ensucia, yo limpio. A la hora de vestirse, ella crea e inventa mientras yo voy a lo clásico y armado. Pone una tela sobre este sillón, un florero acá y un portarretrato allá y te decora cualquier ambiente. Yo soy una negada para eso, voy directo al blanco o al negro y la admiro por su talento. Me mira y/o me escucha y sabe lo que me pasa, lo que no me pasa, lo que quisiera que me pase. Ella es bien distinta a mi, pero la gente saca en seguida que somos hermanas. Tenemos los mismos gestos y herede todos sus tics con el pelo. Somos diferentes, pero unidas para siempre. Ella sabe que estoy.
No tengo palabras para describir lo que siento hacia ellos. El verdadero reflejo de un amor sin condiciones. No se exige nada a cambio, solo abrazos y palabras que reconfortan. Estoy feliz de poder contar con ellos. Me hacen sentir que nunca voy a estar sola. No importa lo que pase, ni en cuantas cosas diferimos, no importan sus errores ni tampoco importan los míos. Son relaciones en las que uno no juzga, no apunta con el dedo los errores, simplemente se aceptan. Es la clase de amor y de relación que te hace creer en lo linda que es la vida y en lo afortunados que somos si cuidamos la familia.

Tuesday, November 20, 2007

Puntos medios

Hace un tiempo atrás una persona, que yo considero muy sabia e importante, me dijo que la pregunta fundamental que debemos hacernos todos los días para encontrar la clave de la vida se hace en el momento en que abrimos los ojos. Aunque sea una hora tediosa e incluso sea el momento en que lo único que pensamos es en los últimos 5 minutos que tenemos para revolcarnos en las sábanas antes de empezar una jornada laboral, uno siempre tiene que hacerse la pregunta que decide, aunque sea por el día, que clase de persona quiero ser: ¿Cómo voy a elegir mirar el vaso de mi vida hoy, medio lleno o medio vacío?

Quizás para mucho estamos hablando del cliché mas ordinario y banal del que se puede escribir, pero aseguro que eso no le resta importancia. Marca una tendencia, decide que imágen le voy a dar al resto, elige la manera en la que me voy a sentir hoy… una persona triste o una persona contenta.

Todos tenemos problemas, mañas, cosas que pulir y cosas que mejorar. Desconfío de la gente que siempre dice que esta bien y que lo único que hace es mostrar una sonrisa radiante, mientras jura que su vida es perfecta y después llega a su casa, apoya la cabeza en la almohada y se deja llevar por la melancolía y el tedio de mentirse a si mismo. Pero también existe la contracara de esta especie. Las personas que viven ligadas a los problemas. Esas que nunca jamás pueden decir y admitir un estado de felicidad. Viven ligando su existencia a los peros. Para estas personas nunca existe la satisfacción de una totalidad. Creo que hasta invocan sus propias desgracias. Cuando están a punto de dar un paso importante, ya de antemano piensan que les va a salir mal. Cuando las cosas se complican tiran la toalla a un lado, alegando que era obvio que iba a pasar. Miran de afuera para afuera, nunca para adentro. Observan y anhelan los éxitos ajenos, olvidándose de la lucha por los propios. Desearían ser diferentes y poder cambiar, pero esa diferencia implica valentía, y esto se vuelve muy complicado para ellos ya que implica esfuerzo. Si del primer grupo dije que desconfió, del segundo simplemente huyo.

No se bien en donde escuche o leí la expresión que dice que las personas son sus propias elecciones. Sin querer meterme en el terreno del destino y los caminos marcados, puedo decir que de entrada ya existe una tendencia en nuestra vida. Nacemos con facilidades, que luego queda en nosotros trabajarlas y pulirlas pero que ellas, a su modo, van trazando un línea que tendemos a seguir. A su vez también tenemos la posibilidad de aprender. Con esto quiero decir que si no nacemos con la naturalidad o el don para ciertas cosas, esto no significa que no las podamos adquirir mediante el esfuerzo.

Vivimos rodeados de posibilidades y oportunidades para cambiar lo que no nos gusta y adquirir lo que queremos. Todos los días tenemos ese minuto en que podemos terminar con eso que tan angustiados nos mantiene o seguir haciendo caso omiso a los sentimientos que tenemos por delante. Elegir no despegarnos del pasado, trayendo con nosotros el dolor y el rencor que nos quedo de alguna frustración y arrastrarlo con nosotros a nuestro futuro u optar por vivir el presente y los riesgos que esta elección implica en la vida de todos nosotros. Transformando lo malo en algo bueno, rescatando las cosas que podemos cambiar. Somos dueños de nuestras decisiones pero también de nuestros sentimientos.

Hay quienes dicen que una persona se mide por como se levanta, no por como cae. No sé si quienes lo dicen se pueden llamar a si mismos sabios, pero yo difiero totalmente de esta expresión. Una persona debería medirse por cuantas veces se cae. Porque para caernos hay que jugarnos primero, hay que juntar valor y apostar. Forma parte de nuestra estrategia de juego, forma parte de la partida de la vida. Pedir otra carta, duplicar nuestras apuestas, arriesgar todo a un color. Nada de puntos medios. ¿Ya dije que odio los matices? Caerse significa comprar. Yo compro algo que puede salir mal o bien, como todas las cosas que nos pasan y vivimos. Pagó otra ronda, otra pregunta, otra respuesta y otra cuenta pendiente. Si, no hay dudas… las personas se miden por cuantas veces se caen, porque eso marca la tendencia de cuanto uno experimentó en su vida, marca los recuerdos, marca la experiencia y ayuda, al final del camino, a encontrar los éxitos que uno espera para si mismo.

Monday, November 05, 2007

El viento no se lleva las palabras.

Son pocas las cosas que me enojan. Generalmente trato de no hacerlo. Voy aprendiendo a ser tolerable. Trato. A veces se me complica, pero nunca dejo de intentar. Una vez me dijeron o escuché (no sé muy bien) que había cosas que no tenían explicación. No sé si soy cabeza dura, pero creo que eso es una equivocación. A mi entender, todo tiene un porque y una razón. Lo que sucede es que son pocas las personas que se detienen a pensar, a replantear y a sacar conclusiones. Cerramos, abrimos y cerramos en un tiempo vertiginoso. Vivimos jugando al "acá no paso nada" y las personas que paran para espiar, sacar las moralejas y aprovechar las experiencias se convierten en la gran minoría. Y seguimos así, como si nada, repitiendo errores y culpando a lo "inexplicable".

En nuestra vida necesitamos filtros. Nuestras preguntas, nuestros actos y comportamiento, son un continuo examen a las personas que nos rodean. Elegimos a quien obviar, y a quien conocer. Esto esta directamente relacionado a lo que queremos para nosotros. A veces somos tan injustos que el juicio y/o sentencia que hacemos sobre una persona dura lo que tardamos en parar un taxi. Sin embargo no pienso que esto este del todo mal, ya que no podemos tomarnos el tiempo de conocer a todo el mundo. El problema viene cuando nos equivocamos en nuestros juicios. Cuando le damos lugar a lo banal, aunque también crea que las equivocaciones traen las mejores lecciones. Pero... ¿A qué viene todo esto?

"Las apariencias engañan". Frase conocida, pero también muy real. ¿Cuantas veces compramos eso que en las publicidades o con el envoltorio se veía tan espectacular y, cuando llegamos a casa, no era más que una simple pavada? ¿Quien no conoció una persona que creyó especial, regia, divina y que un día se dio cuenta que era mas común que corriente? Todos, absolutamente todos pasaron alguna vez una situación así. Todos tenemos mascaras (chiquitas) que cuidan y preservan lo que no quiero mostrar socialmente. Tenemos secretos, cosas y algo que se llama privacidad que cuidamos con uñas y dientes para que no sea expuesta. Y no esta mal ya que, como dije antes, nosotros elegimos a quien hacer parte de eso que queremos que el mundo no vea. Problemas tiene la gente que quiere forzar esa entrada a la privacidad del otro, hurgar por anécdotas o pasados que no le pertenecen. Para mi existen tres maneras de abrirse a una persona, la primera es gracias a el tiempo, la segunda es gracias a la percepción (sentir la buena madera de otro) y la tercera es por equivocación.

Una mascara esta bien, un disfraz: NO. Disfrazarse es mostrar algo que no es. Mostrar lo que no es, es mentir. La mentira es algo que me enoja. El engaño es algo que me decepciona. Decir algo que no es cierto con fines egoístas, actuar un papel como si estuviésemos en un teatro, obviar la sinceridad para conseguir algo determinado, pretender, ocultar, emboscar y la mentira (no piadosa) me descoloca. No la entiendo, me hace sentir ingenua. Creo que las personas mienten para conseguir tapar inseguridades. Una persona segura de si misma y de sus actos no necesita mentir ni actuar un rol determinado. La mentira no sólo goza de un prestigio negro, sino que desprestigia al que la ejerce, y lamentablemente en estos casos no existe ningún tipo de excepción.

Estoy escribiendo sobre el disimulo para propio beneficio, el engaño deliberado. La mentira que viene de la mano del egoísmo. De las mascaras que se convierten en disfraces. Aunque crea que las mentiras muchas veces dicen más de lo que uno se imagina, ya que estas te dicen lo que las personas quieren ser y no pueden. El que las dice intenta que sus palabras transmitan una determinada impresión de sí mismo, la creación de esa impresión es su objetivo y lo que le da sentido. Su intención es dar al oyente una falsa impresión de lo que pasa por la mente del hablante. Y esto, para mi, es lo mas bajo que alguien o vos pueden caer.

Adicional a todo, una mentira conduce a otra y después, cuando esta secuencia de información se nos escapa de la mano, el conocimiento de la verdad por parte de los involucrados resulta en una situación peor que si hubiéramos dicho la verdad desde el principio. Y usualmente siempre nos arrepentimos después. Uno trata de ocultar la verdad, trata de mentir, y hasta es capaz de creerse las propias mentiras que dice, pero siempre siempre alguien habla.

Mi tolerancia hacia las personas que ejercen este patrón es normalmente muy chiquita, y a menudo sólo necesito encontrar una mentira para que esa persona ya no sea de mi confianza. Esto por supuesto es moderado por la importancia del hecho. ¿No es mucho mas fácil ser sincera? Considero que tengo un mecanismo de autocensura que me hace callar antes de dañar, pero nunca engañar. No puedo mentir para complacer a la gente, prefiero el silencio. No me sale, y menos con la gente a la que estimo.

Igual debo reconocer, y supongo que les pasara a muchos, que la mentira en si no es lo que mas indigna. Lo que trae aparejado es lo que verdaderamente irrita. Decepción. Me enojo con este sentimiento, porque para que yo me decepcione tuve que haber puesto expectativas en algo y haber confiado primero. Y como nosotros mismos elegimos en quien confiar, no puedo negar que la equivocación inicial fue mía. Es acá donde me vuelvo vanidosa, el momento en que me enojo, y también el momento en que me doy cuenta de que con nuestros filtros y sentencias muchas veces nos equivocamos.

Friday, October 26, 2007

Puertas

La sacaron prácticamente de la cama. Lo que iba a ser una noche tranquila, con un dvd de por medio y un kilo de helado de Freddo, termino siendo un encuentro totalmente inesperado. Estaba cansada... el trabajo, la facultad y la terrible idea de su mejor amiga de anotarla en los 10 kilómetros que se corren próximamente en su ciudad la tenían agotada. Reconocía que era una de las típicas noches primaverales de entre semana que son ideales para salir y disfrutar con amigos, aunque ese plan inicialmente no estaba en su mente.
Después de muchas insistencias, visitas sorpresas y la perseverancia de sus amigas se decidió por salir. Lo primero que hizo luego de la decisión de levantarse de la cama fue darse una ducha caliente, arreglarse el pelo, y elegir que ponerse: una mini blanca, musculosa negra y un par de aros... a esta altura ya estaba lista para empezar. Sacó fuerzas de donde no las tenia, y se dispuso a divertirse en una salida con amigas que, después de todo, últimamente las frecuentaba muy poco.
Salieron a comer, el programa ya estaba organizado, y nadie se había dado cuenta al elegir el lugar que ella odiaba con todas sus fuerzas la comida oriental. Pero bueno... gracias a Dios, en la mayoría de los lugares existe el tan famoso plan B: empanadas (aunque en este caso sean chinas)
Después de una comida variada en gustos y un par de rondas de cerveza acompañadas de charlas interminables poniéndose al día acerca de sus vidas, amores, desamores y proyectos nuevos, optaron por continuar la noche. Ya en ese momento estaba agradecida de haber tomado la iniciativa de aprovechar la noche tan linda que acompañaba a Buenos Aires. Sobraban risas y anécdotas vividas en tanto tiempo de amistad.
Llegaron a bailar pasadas las dos de la madrugada. Para su sorpresa el boliche estaba lleno. No podía evitar pensar en como le gusta salir a la gente ya sea un miércoles o un jueves. La más divertida del grupo invito la primera ronda de tragos. La música invitaba a bailar. Comenzaron a dejarse llevar por la noche y en el centro del lugar bailaron y bailaron sin parar. Los conocidos que se encontraban, venían de a poco a saludar. Es gracioso ver la reacción de los hombres frente a un grupo de mujeres solas bailando... Son como hormiguitas que te van rodeando y que tienen un discurso fijo sin variables, como si se lo hubiesen enseñado en el colegio y que tengan la edad que tengan siempre lo repiten una y otra vez cuando ven a una mujer. Esta vez ella hacia oídos sordos, no tenía en mente dejarse llevar por las mismas palabrerías baratas que últimamente estaba acostumbrada a escuchar.
Después de dos horas de un gran repertorio de música ochentosa, y un dolor de pies insoportable ya la idea de retirarse empezaba a rondar por su cabeza. Agarró sus cosas, silenciosa... sin decir nada, ya que odiaba que las personas que estaban con ella se sientan con la obligación de alcanzarla hasta su casa y comenzó la vuelta.
No esperaba encontrarlo ahí. Había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que se habían cruzado, y ella ya creía que no lo volvería a a ver por mucho tiempo mas. Sin saber si la alegraba o la enojaba este encuentro, el cuerpo empezó a dar señales de que esta casualidad la incomodaba. Estaba parado contra la barra como es habitual, pata dura como él no hay. Si no la tocaban el temblor es fácil de disimular, pero lo colorada que se pone su cara frente a situaciones que la ponen nerviosa es imposible de obviar. Eligió el camino políticamente correcto, se disfrazo de cordialidad y con una mueca, que fingía una sonrisa, lo saludó.
Es raro como dos personas que se conocieron tanto, y compartieron tantas cosas juntas de un día para el otro pueden pasar a actuar como dos completos extraños. Desaparecen los códigos y la retórica se achica a frases sin significado alguno. Sin embargo había algo en sus ojos que le seguía pareciendo familiar. El lenguaje corporal y una mirada a veces dicen más que mil palabras, aunque a muchos le parezca un cliché.
Después de preguntarse si estaba todo en orden en sus vidas, después de preguntarse por sus respectivas familias, y de sonreírse para evitar los silencios incómodos... la agarro de la mano, paso siguiente a fundirse en un abrazo. Ella sabia que lo había extrañado mucho. El enamoramiento, el deseo o la pasión son fáciles de olvidar, pero una amistad no. Él era su amigo, y el hecho de no poder contar con él en sus logros o tristezas la había lastimado mucho. Aun así el tiempo es sabio, y pone a otras personas y enlaza nuestros caminos con el de otros y las cosas se empiezan a entender, y uno de repente encuentra la manera de seguir, superando estos desencuentros que existen en la vida de todos.
Al reincorporarse y al abrir los ojos, se volvió a encontrar con esa mirada tan alejada pero a su vez tan conocida. Ya no simulaba mas su sonrisa, ahora se había vuelto verdadera. Estaba feliz de poder mirarlo y comprender que lo peor ya había pasado. Él no le soltaba la mano, y ella ya sabía que era el momento de irse. Le replicó si la podía llevar hasta su casa. Sonriendo, ella le dijo que no... "La estaban esperando afuera", mintió. Con un beso en el cachete y un saludo con la mano, salio del lugar y continúo caminando hasta conseguir un taxi. A veces las personas no se dan cuenta de que existe una oportunidad en el día para cambiar o dejar atrás lo que nos hace o hizo mal, para mirar para adelante y solo espiar un poquito para atrás, para corroborar que estamos haciendo cosas para mejor y sonreír frente a lo que aprendimos. Ella esa noche lo analizó. Y aunque una mirada le diga que todo sigue como antes, para ella las cosas habían cambiado. Ella misma ya no era la de siempre y sus elecciones eran diferentes.

Tuesday, October 16, 2007

Puede ser primavera...

Sin lugar a dudas, entramos en la etapa del año que mas atractiva me resulta. Si uno presta atención, la cara de la gente se transforma por estos tiempos, las caras largas se van, y en su reemplazo aparecen las sonrisas. El clima, la alegría de que se acerca el verano, las veredas inundadas con los puestos de flores que rebalsan. Los días comienzan a hacerse más largos, salgo de la oficina con luz. Se renuevan las energías. Esta nueva estación siempre hace que yo me sienta mejor, estos días lindos te hacen caminar por la calle, distinta, con más ganas. La ropa de verano, es siempre menos pesada que la del invierno. Sacamos las polleras, los vestidos y la ropa blanca del fondo del placard. Uno esta más relajado y disfruta admirando los colores que trae la primavera. Cualquier feriado o excusa es buena para hacernos una escapadita afuera de la ciudad para disfrutar de un viaje con seres queridos o amigos.
Te aparecen las ganas de hacer nuevas cosas, de organizar programas al aire libre, de disfrutar del verde y uno, además, ya comienza a pensar en el fin de año y todo lo que implica dejar atrás un año mas, y las ilusiones que vendrán acompañadas de un nuevo comienzo.
Si, sin lugar a dudas, empieza la etapa de los replanteos. Miramos por atrás de nuestro hombro y vemos que dejamos atrás, que logramos distinto al año anterior, que aprendimos y que errores cometimos. Nos volvemos selectivos, vamos eligiendo que y a quienes llevarnos con nosotros al próximo año, que obviamos, y que ignoramos.
Empieza la etapa de las oportunidades para cerrar, junto con el año, las puertas que no queremos volver a abrir, para cambiar las cosas que nos hacen mal, para dejar atrás rencores o dolores sin importancia, y para SUMAR o MULTIPLICAR. Es inexplicable para mi, pero siempre estos días me encuentran distinta, hablo menos y canto mas, ordena mis prioridades, me hace ver las cosas mas claras, en fin... me llenan de alegría y no puedo dejar de pensar y agradecer lo que tengo y lo que vendrá!!!

Friday, October 12, 2007

"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol."

Martin Luther King (1929-1968).

Monday, October 08, 2007

Mi compromiso

Después de muchos cambios, después días y meses de reflexión, después de asombrarme de mi constancia, después de hacer cientos de cosas de las cuales me arrepiento sin querer hacerlo, después de noches enteras sin poder dormir, después de muchas bienvenidas y despedidas, después de olvidarme por momentos quien soy yo y que es lo que quiero para mi... Después de mucho tiempo volví a mi primer amor: Las letras.

La palabra compromiso es, tal vez, la palabra que mas miedo trae aparejada. Cuando la escuchamos generalmente la asociamos directamente a palabras como "ceder", "prometer" y "obligación". Obviamos su significado, y lo que realmente implica en la vida de las personas. Negamos que es una elección, y creemos que muchas veces se trata de un sacrificio. Comprometerse con las cosas que hago, con las cosas que quiero, con las cosas que vivo, y con las relaciones que necesito es una decisión que parte de la base de saber que tanto estoy dispuesto a dar para llegar a alcanzar mis objetivos, mis metas y mis planes.
Considero que si uno quiere vivir una vida chata y plana, alejada de los sobresaltos y las cosas mágicas que trae de la mano la incertidumbre y lo desconocido, es muy simple: No te comprometas. Esto implica que tampoco exijas ni esperes que la vida te de cosas y a su vez te sorprenda, no esperes poder disfrutarla ni vivirla en plenitud, porque para vivirla tenes que “estar ahí” y para estar ahí, tenes que comprometerte eligiendo hacerlo desde adentro.
En este último tiempo atravesé un AMOR-ODIO con la palabra compromiso. Conocí personas que le huyen y le temen diariamente, personas que no pueden comprender que las personas cambiamos constantemente y que uno tiene el derecho a abandonar un compromiso establecido, y también conocí a las personas que se comprometen con mas cosas de las que pueden enfrentar... aunque también entiendo que comprometerse no tiene nada que ver con cumplir aquello que uno dijo sino con la actitud de uno. Por eso la diferencia entre comprometerse y prometer; Cuando prometemos algo a largo plazo (“Esto es así y es así para siempre”), estamos obviando la realidad de que las personas cambian, y las circunstancias también. Ni vos vas a ser el mismo mañana, ni yo voy a ser la misma que ayer. Crecemos, añadimos experiencias que nos hacen madurar constantemente, tengamos 20, 30 o 40 años. Nuestra visión de las cosas se modifica a medida que los acontecimientos van ocurriendo en nuestro camino. Y lo que quiero hoy para mi vida, no se si es lo mismo que voy a querer mañana. No puedo prometer mi continuidad por siempre en un trabajo, ni que voy a querer a alguien toda mi vida, porque seria engañar a los implicados, pero sobre todo a uno mismo.
Pero lo que SI puedo hacer, es elaborar un compromiso sea personal o compartido, "ELIJO ESTO", independientemente de lo quiera mañana o sienta pasado: HOY, EN ESTE MOMENTO, ELIJO COMPROMETERME CON ESTA ACCION O CON VOS DESDE ADENTRO, poniendo todo de mi para que salgan bien las cosas, sin apegarme al resultado, viviendo el momento actual, sacándole provecho al presente. Lo difícil no es dejar de prometer cosas sino el hecho de no poder comprometerse desde adentro, en ese momento, con el otro o con lo otro.
Si uno cree que tiene que cumplir con lo que se comprometió aunque en realidad haya cambiado de idea, si uno cree que no puede decir “mira las cosas cambiaron, ya no quiero esto, hoy quiero esto otro". Si uno no puede aprender a salir de una cosa así entonces no se compromete nunca hasta que no esté absolutamente seguro de todo y nosotros sabemos que "la seguridad en todo no existe".
El COMPROMISO tiene que ver con RESPONSABILIDAD, es decir: responder por lo que decido. NO significa estar obligado a nada, no significa mantener esta decisión infinitamente, significa ir chequeando cada día quién soy a través de lo que decido y de lo que elijo.
Lo que importa cuando uno busca que el otro se comprometa no es querer arrancarle o arrancarnos una promesa que después el otro o yo no vamos a poder cumplir, sino ver el modo de encajar un proyecto personal de vida y el mío, de entender y hablar sobre cual es su proyecto y cual es el mío. Y si su proyecto de vida no encaja con el del otro ¿por qué insistir con alguien que no quiere comprometerse?
Si yo estoy afrontando una relación o armando un proyecto, ya sea laboral o emocional, y no siento al resto de los implicados comprometidos desde adentro, más que preguntarme el porqué no quieren comprometerse me preguntaría ¿qué estoy haciendo yo acá?

Friday, July 20, 2007

Feliz dia del amigo!!!!


"Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta."

Ralph Waldo Emerson

Wednesday, June 20, 2007

En primera persona

Me encuentro acá, refugiada del frío en mi casa, después de un día largo que vino con el complemento de la lluvia. Armando las valijas, ordenando un poco mis cosas, preparándome para unas mini vacaciones. A pesar del día triste que nos tocó vivir hoy en la ciudad, estoy con una sonrisa, o al menos una mueca que me hace mostrar los dientes.
Fueron raros estos meses. Si bien no puedo creer que ya estemos a mitad de año, este último tiempo fue muy peculiar para mí. Creo que experimenté todas las emociones que nos dieron permiso de sentir. Desde la felicidad extrema, esa que te hace reír a carcajadas y cantar sin motivo alguno, hasta la tristeza mas aguda. Estoy hablando del dolor que te golpea en el alma y te hace notar la escasez de aire para respirar, el que solo se experimenta frente a la perdida de un ser querido. Pero bueno, acá estoy, escribiendo para cerrar un capitulo y continuar redactando otros distintos.
Muchas veces me consideraron "extremadamente analítica", y creo que tienen razón. Me gusta pensar y analizar las situaciones y los momentos que forman mi vida. Encontrarle un sentido a la cosas. Entender su por qué. Sacar enseñanzas y crecer con la experiencia. No sirvo para cerrar la puerta sin conclusiones, sin encontrarle el lado positivo a las cosas. Porque, sinceramente, siempre hay algo, de todos los momentos que vivimos, para sacarle provecho. Y aunque, particularmente esta vez, me costó (mas de lo normal) entender los motivos de las cosas que me sucedieron, hoy vuelvo a recurrir a las letras, para volcar como me siento.
Es raro, pero creo que tengo una buena relación con la tristeza, o por lo menos una relación madura. No creo que sea conveniente pretender erradicarla de nuestra vida, porque también es parte. Me hace desconfiar la gente que dice: “Arriba, arriba, ¡hay que estar bien!”, porque el dolor y la tristeza deben transitarse con el tiempo que tomen. Y yo entro y salgo, pero no me quedo estancada en un sentimiento. Soy nostálgica, como buena pisciana, pero sé disfrutar de la felicidad, me daría pánico no poder hacerlo.
Seria muy mala editora para seleccionar solo algunos instantes de mi vida como los más felices, o más significativos, porque con el tiempo uno suele ver las cosas mas claras y logra hacerlo con positivismo. Mis malos momentos tienen raíz en mi exigencia. Me enoja mucho cuando me equivoco por una falla en mi intuición. Me saca no dar lugar a lo que creo, claudicar o dejarme convencer por el beneficio de la duda. Pero mi intuición últimamente me falló, o tal vez no la quise escuchar y gracias a eso, tuve algún que otro tropezón.
Soy muy buena observadora, no sé si es por curiosa, o porque me atrae la esencia de las personas y de las cosas, pero esto en mi vida a veces es un problema. Hay días que, cuando camino, me cuelgo mirando los interiores de las casas y de las personas. Me gusta ver las caras de la gente e imaginar qué les está pasando. Tanto me hago la película que hasta termino angustiada. Ni hablar cuando me toca el papel de oyente, me gusta interiorizarme con los pensamientos de las personas que entran en mi vida, el problema es que muchas veces me involucro demasiado.
Como me dijeron una vez, mi cabeza a veces es como el agua de un río. Mientras el tiempo permanece en calma, puedo ver muchos metros en profundidad hacia abajo, pero cuando se me cae una piedra sobre el agua entonces momentáneamente las ondas que se generan distorsionan mi visión del fondo. No digamos ya cuando hay una tormenta y entonces las aguas del río se encrespan y en su fondo ya no puedo ver prácticamente nada. En esos momentos suelo actuar por impulso, y no mido mis palabras. Hice cosas sin pensar, y quizás lastimé sin querer a terceros, creo que es porque no sé negociar, y menos sobre lo que deseo o me hace bien. Si bien, tengo en mi cabeza un mecanismo de autocensura que me hace callar antes de hacer daño, a veces, no ver por el vidrio adecuado la realidad me hace actuar mal.
Pero bueno así soy, y así estoy. Despreocupada de la mirada de los demás, quiero vivir la etapa de disfrute auto permitido y de autenticidad con lo que siento y pienso. Sin miedo a la desconexión conmigo misma, a la despersonalización y a dejar de lado mi individualidad. Me pone feliz encontrarme rodeada de gente que me quiere y quiero. Contenta porque se que a la vuelta de la esquina siempre hay cosas buenas, esperando por nosotros, para ser vividas. Y por sobre todas las cosas, con muchas ganas de seguir escribiendo capítulos enteros de errores y aciertos que cometo. Porque por mas que me equivoque, y me caiga mil veces, sin estos tropezones y equivocaciones no sería lo que soy, ni ustedes lo que son.

Tuesday, June 05, 2007

Para siempre

Ayer una parte de mi alma me dejó. Se fue siguiéndola. Persiguiendo a quien se la ganó. Acechando a quien la conquistó. Se fue con ella, con mi amiga, con mi maestra y mi confidente más admirable. Estoy hablando de mi abuela. La persona que a lo largo de mi vida, sembró amor y sabiduría. La persona a la que recurría para contarle tristezas y alegrías. La que conocía todas las expresiones de mi cara. La que sabia lo que yo quería y comprendía lo que me sucedía. El llamado obligado antes de irme a dormir, las palabras adecuadas... que frenaban mis usuales impulsos sin pensar.
Todavía me acuerdo cuando me enseñó a nadar. Me moría de miedo, le tenía pánico al agua, pero yo sabía que ella me tenía de las manos, y para mi era más que suficiente para sentir seguridad. Aún recuerdo cuando me regaló a Lola, la perra que trajo escondida a casa, porque yo me desvivía por tenerla. También se me vienen a la mente los paseos por el zoológico y los cuentos que me contaba cada vez que me iba a dormir a su casa. El horario del té, con las masitas que compraba cuando yo la visitaba. Esas charlas de par a par, en las que me miraba y me expresaba lo que ella deseaba para mis días. "La vida es un regalo maravilloso que yo tuve la suerte de disfrutar, me casé y me separé, amé y odie, viajé y conocí, y tuve un extra de suerte al haberlos tenido a todos ustedes". Palabras que recogí en sus últimos días, que voy a llevar conmigo hasta el resto de los míos.
Porque fue una persona para admirar. Llenó nuestros días de alegría, y seguridad. Ocupó un lugar tan importante en nuestro mundo, en nuestra familia, en nuestra casa que es muy difícil que la logremos olvidar. No se puede, es imposible. Los verdaderos amores viven siempre en uno, en lo más profundo de nosotros, continúan latiendo.
Todavía la siento. Puedo sentir su olor cada vez que tengo en mis manos la mantita que uso hasta unos días atrás. Aún hoy la escucho hablar. Recuerdo cada una de las enseñanzas que me dejó. Memorizo cada uno de los recuerdos que vivio. Sus historias tan lejanas, que hoy parecen tan cercanas. Sus miradas tan profundas, que decían más que mil palabras. Los consejos que venían de una sabia, que expresaba lo correcto y obviaba lo banal.
Mi abuela, mi crítica más importante. Mi apoyo fundamental. Mi mano ante la caída. Mi amor incondicional. Como darle las gracias por todo lo que hizo y fue. Cúanto tiempo me llevaría expresarle lo que siento y lo que me dejo al ser tan especial.
Hoy la despido, porque la vida es así... un sin fin de bienvenidas y despedidas. Gente que viene y va. Caminos cruzados, caminos pegados, caminos separados, pero que en algún punto se chocan y forman algo especial. Soy lo que soy, en gran parte, gracias a la abuela que tuve la suerte de tener. Me cuesta decirle adiós, pero las cosas así son. Tengo que mirar adelante, y es raro, pero ya no me duele mas... porque se que lo hago con todas los buenos recuerdos y enseñanzas que a su lado viví. Donde quiera que esté, en este momento, se que ella sabe que la promesa que le hice se va a cumplir.

Sunday, May 13, 2007

Diferente

Hoy me pregunté qué es la edad de una persona. ¿Un sistema de medición de la antigüedad biológica de sus células? ¿Unas cifras en el documento de identidad? ¿Una frontera legal? ¿Qué es la edad, por qué hay tanto tabú detrás del año de nacimiento?
Considero que la verdadera edad no se contabiliza con números, sino con experiencia. Uno puede encontrar a gente "mayor" que tenga de la más fresca juventud interior y también se puede encontrar a jóvenes que ya han llegado a ancianos sin pasar por la madurez.
¿Qué implica la diferencia de edad en una relación? Considero que en una relación lo más importante, y sobretodo, lo que hará perdurar la conexión a lo largo de los años es la compenetración que haya entre las dos personas que la integran. Una compenetración tal que significa un entendimiento mutuo en cuanto a gustos, opiniones y costumbres se refiere.
Creo que lo principal es entenderse. El entendimiento fortalece la relación, aún más si se enfrentan unas visiones distintas del mundo y a una carencia total de monotonía en la relación. Dos personas que se chocan con años de diferencia, tienen distintos puntos de vista sobre las cosas. Deben pelear más para encontrar un punto medio en el que sus visiones compatibilicen.
Siento que la pareja ideal no tiene una edad establecida, pero lo que sí tiene son unas metas comunes. A pesar de haber vivido etapas distintas en la vida, lo que realmente cuenta en nuestra existencia es sentirse feliz con alguien y querer llegar a un mismo punto a su vez. Teniendo en claro que el mayor escaló muchas mas montañas que el menor. Creo que el mas chico deberá plantearse la posibilidad de saltearse un par de montañas, y el mayor deberá plantearse volver a ponerse los zapatos de alpinista para que, aunque sea solo para ayudar al de mas corta edad, volver a escalar un par de montañas una vez mas.
Seguramente haya diferencias que al principio pueden ser cegadoras. La persona mayor te contará las series de televisión que veía en su niñez, mientras vos las escuchas atentamente, al igual que cualquier otra anécdota o conversación que se tiene en una cita, para que siempre terminen diciéndote “Pero claro, vos ni habías nacido”. Lo dicen con un retintín que no podes evitar entrar en calor y contestarle “Si, ¿y?”. De lo que no se dan cuenta, es que a uno, le da igual su edad, sólo te importa estar a gusto con esa persona, te gustan sus experiencias, lo que puedas aprender de ella, lo que te pueda aportar y un sinfín de cosas positivas que el mayor generalmente no ve.
Algunas mujeres más jóvenes pueden buscar hombres más adultos con la esperanza de ser cuidadas o porque las cosas se dan de esa manera. Otras simplemente una experiencia. El hecho de que el hombre sea más adulto no significa que él sea más sabio. Veo algunos hombres que consiguen tomar un camino de felicidad personal; pero también veo hombres mayores que no me generan ningún tipo admiración y pierden todo. Del otro lado, algunas mujeres más jóvenes logran querer realmente a sus parejas más adultas. La cuidan y la respetan como un par porque él realmente es un par.
También esta el tema del “qué dirán”. Cuando la diferencia de edad es muy notable, las miradas de los curiosos y los comentarios de los envidiosos siempre centran su atención en esas dos personas, que se están queriendo conocer. A veces pesan, a veces no. Pero siempre creo que en algún punto el uso de la razón no se hace esperar. Uno empieza a escuchar argumentos lineales, ceñidos y críticos: “No es posible, que te sientas sacudido por alguien que no ha vivido lo que vos ya viviste hace mucho tiempo”. “No es admisible que te enamores de alguien cuya mirada no alcanza las lejanías que vos, hace tiempo ya alcanzaste”. “Busca mostrarse con alguien menor”. “Busca tener relaciones y nada mas”. Y uno empieza, inevitablemente, a cuestionarse si el cariño verdadero, ese, el adulto, el serio, el sincero y el auténtico, puede o no, hacernos superar esas limitaciones racionales con que el cerebro me choca. La nueva pregunta es, ¿Puede prevalecer, por encima de las diferencias entendibles de experiencia y perspectiva, la convicción entre dos personas de dejarse querer?
El cariño es una figura universal sin nombre propio, es confuso al principio y alocado después. No tiene pasado ni futuro, es como las cosas puras de toda pureza. El cariño existe antes de que lo adviertas y llega en forma tan inexplicable que no hay manera de preverlo ni de evitarlo ni de correrlo en el tiempo, tan imprevisible, tan incoherente, tan inoportuno y tan sabio al mismo tiempo. A mi entender, este sentimiento no sabe de razas, no sabe de edades, no sabe de tiempo y menos de orgullos. Uno no puede escuchar a los vecinos, los familiares, o los amigos, sino sólo lo que expresa el sonido de nuestro propio ser.

Thursday, May 10, 2007

Mi gente

Últimamente la gente me sorprende. Desde hace un tiempo que vengo experimentando un sentimiento de profundo agradecimiento a la vida que me esta tocando vivir y a las personas que cruzan por mi camino. El amor que veo y recibo todos los días me tiene asombrada. Ese sentimiento tan puro y profundo que nace de las personas que me rodean en estos tiempos en que me siento un poco perdida. Si, me siento así... perdida. Sin tiempo para retribuir todo lo que siento que me estiman. Sin la constancia que me caracteriza con mi circulo de afectos. Simplemente... en este ultimo tiempo estoy cansada. Pero cuando siento que no puedo mas, que no encuentro la fuerza para seguir pasando este triste momento, logro sacar una sonrisa al ver que "mi gente" esta todavía caminando conmigo.
Existen personas que estuvieron y que alguna vez las creímos importantes, y hoy no están más y no son más que un vago recuerdo, o lo que es peor un simple momento. Algunas personas vienen y van, tienen una meta temporaria en nuestra vida. Llegan para dejarnos una experiencia y partir. Algunas veces esa experiencia es buena, y otra veces no tanto. Pero es una experiencia en fin, que sirve para seguir formándonos como personas, que sirve para armar la estructura que vamos a construir a lo largo de la vida. Son personas temporarias que dejan marcas, pero que queda en uno hacerlas de ellas algo positivo o negativo.
Pero también, y gracias a Dios, están esas personas que aparecen y se quedan. Que uno elige para siempre, para ir caminando juntos al costado. Esas personas que no necesitan del tiempo. Por más que nos las veamos constantemente sabes que están ahí, esperando tu llamado o que le extiendas una mano. Las que no te ayudan a formarte, porque simplemente ya son parte de uno. Las que te miran y saben que te pasa, que sentís o que es lo que te tiene preocupada. Tus afectos que no necesitan de la retórica porque un simple gesto es suficiente para que vuelvan a estar con vos. Los que están en las buenas, y los que matan por vos en las malas. Disfrutan de tu éxito, y ponen su hombro en los momentos en que necesitas apoyo.
Hoy los redescrubí. Volví a mirar a esas personas, a valorarlas, a decirles gracias... porque se que van a estar conmigo siempre. Porque son pocos, pero valen mucho. Me acompañan con un llamado al celular a las 2 de la mañana, o a las 2 de la tarde, pero siempre firmes como yo también espero estarlo el día que ellos me necesiten a mí. Es reciproco el amor que siento y me alegro mucho por ello. Porque se que hay cosas que son eternas, y el cariño que siento hacia ellos va a ser así.
Los dejaste entrar tanto en tu vida, en tus cosas y contribuyeron tanto a tu felicidad que hoy sos una parte mas de cada uno de ellos. Quizás a varios los conozcamos desde hace muchos años, puede ser que te hayas criado con mas de uno, o quizás los conociste hace mucho menos pero su paso por tu vida hizo tanto ruido que ya ni te acordas del tiempo. Esas personas que están, no importa la hora, no importa el lugar, no importa el por qué... siempre podes contar con ellos. Los que no te exigen nada a cambio, los que no esperan nada a cambio. Los que son sinceros, dicen las cosas sin tapujos, sin mentiras, te miran, te dicen lo que piensan y sienten, sin obviar o suprimir nada. Con los que no conoces la decepción, porque jamás harían algo que te lastimaría, y la razón es tan simple como increíble, ellos te quieren...
Para un amor de verdad el tiempo es un instrumento que se toca aparte, tiene música y letra propia, en cambio el sentimiento verdadero esta ahí, intacto, siempre con la misma melodía.....

Saturday, May 05, 2007

Lejos

Ahí estaban. Se podría describir lo que sería, para muchos, una noche perfecta para un reencuentro de dos ex. Lluvia, vino, cigarrillos y amigos. Sin embargo no se porque ellos tienen un gusto amargo, que lejos de ser algo tan esperado, fue algo raro. Ella siempre creyó que sus rodillas iban a tener un movimiento tembladizo en el momento de encontrarlo, pero por el contrario se mantuvieron firmes y cruzadas por abajo de una mesa menos estable que ellas. Él, por su lado, tenia ganas de acercarse y ver que había sido de su vida pero algo lo frenaba a hacerlo. Podría haber sido miedo, vergüenza o simplemente ya una falta de confianza. Muchas miradas otra vez se volvían a posar en ellos.
Una comida amena entre amigos y un ex se convirtió después en un juego de cartas y algunas copas de vino que ella tomaba para calmar sus miradas. Un lugar conocido, visitado por ellos anteriormente. Una baulera con historia y una casa con anécdotas. No podía evitar sonreír para si al pensar en ese recuerdo de dos personas queriendo jugar.
Para ella, definir una situación rara, no es definir una situación mala. Aunque por momentos le pareció triste, su lado positivo de pisciana la hizo sentir que gracias a Dios el enojo y la mezcla de pasiones, no se habían asomado para quitar calma.
Miradas que reemplazan a la retorica. Gestos que decían mucho y palabras que no decían nada. Pero ahí estaban otra vez... Frente a frente en una conversación cotidiana. Sumándole un nuevo recuerdo a una historia terminada.
Era inexplicable lo que todavía les sucedía. Después de un par de años de haber terminado una relación, que dejo en claro que eran una aparente buena idea pero que llevada a la practica no era rentable ni funcionaba, todavía se seguían interesando en el otro. Las frases hechas que escuchaban a diario como "cuando se termina, se termina" no servía para ellos. Había algo mas allá de lo que la razón podía entender. Algo indefinible después de años de diferencias con abundantes problemas y escasez de soluciones. Algo con el que el tiempo se estaba divirtiendo, exponiéndolos a situaciones peculiares y extrañas. Mezclando causalidades con casualidades. Jugando con la duda y las señales. Uniendo y separando. Jugando con la piel y también con su vulnerabilidad a caer.
No entendían, como y por que, pero siempre volvía uno tras el otro. Sin entender si era necesidad o deseo el hecho de querer saber que era de sus vidas, si estaban bien, si estaban contentos, en fin... si eran felices. Todo eso siempre terminaba siendo mas fuerte a cualquier desencuentro o diferencia que pudieron haber tenido en el pasado. ¿Seguiría así con el paso de los años? ¿o por fin esto es el indicio de una amistad que quizás mañana los convierte en dos extraños?
Dos personas que se adoraron.. caminando de la mano acompañados, elegirían dos caminos diferentes retando el destino y quizás a algo mágico. Sus camas estaban ya ocupadas y no había lugar para nada mas. Las cosas así se habían dado. Sin embargo esas miradas expresaban una conexion paranormal.
¿Qué los mantenía, a través del abismo que los separaba, todavía unidos? ¿El cariño, la piel o solo un grupo de recuerdos que servían para hacerle honor al pasado? ¿Lo que pudo haber sido? ¿alguna deuda por pagar? ¿O simplemente alguna amistad pendiente?
Estamos hablando de dos personas que compartieron mas que un lado de la cama y que hoy, sin tener necesidad de mantenerse en contacto, pero que por voluntad propia, o porque el destino siempre se los impone terminan frente a frente sabiendo que tal vez ahí, escondido, hay un lazo muy especial queriendolos aún sorprender.

Sunday, April 29, 2007

Despedida

Se incorporó en la cama, sobresaltada como si hubiese tenido una pesadilla, que la arranco de donde estaba. Recostándose en la cabecera, observó, media dormida la silueta de su pareja descansando junto a ella.
Él, ni siquiera había notado, que ella se había despertado. Seguramente, cansado de tanto pelear la noche anterior, había conseguido olvidar sus penas con un sueño profundo. Ella, por su lado, no podía hacerse amiga del sueño, y se sobresaltaba cada vez que lograba cerrar lo ojos. Así se sentía cada vez que tenía que tomar una decisión crucial en su vida. ¿En que momento había dejado de quererlo? ¿Puede una persona ser tu mundo un día, y al otro no ser más que un recuerdo?
Tenía muchas preguntas, y pocas respuestas. Necesitaba pensar, alejarse, olvidar y seguir con su vida. Precisaba terminar con este presente que la estaba acechando y deprimiendo constantemente.
Se hizo la mañana, y ella apareció con el agua de la lluvia. Todo parecía dolorosamente detenido, menos las horas, que se abrían paso como un terremoto, separando una vida en dos mitades. Dividiendo sueños en pedazos. Suplantando ilusiones en derrotas. Su presente se dividía en dos partes, la que dejaba, y la que vendría.
Almorzaron juntos, tal vez por masoquistas, tal vez para alargar el momento de la partida. Tristes, solos, mirándose a los ojos entre cada bocado. Se podía sentir la falta de palabras, y la escasez de sonrisas. Abundaban las lagrimas que caían por sus ojos, y el tono triste que empaña la soledad que los esperaba.
Se besaron con desesperación y nostalgia, mientras la lluvia los mojaba y resbalaba por sus cuerpos y caras. El taxi esperaba con el motor en marcha. Un saludo con la mano. Una mirada que decía todo lo que sus corazones expresaban.
Ella se sentó en el cordón de la vereda. El, subió al auto que lo alejaría de ella para siempre, mientras la ventana del taxi se convertía en la ultima foto que el vería del ultimo amor que se desvaneció aquel mediodía en que el Río de la Plata se convirtió en un adiós.

Noches de frío

El viento me hace estremecer. El frío invierno que se aproxima me hace temblar, mientras que anudo una vez mas mi bufanda. Otra noche en Buenos Aires, en medio del ruido ensordecedor y la gente.
Me prendería otro cigarrillo para calentarme, pero hace tan solo segundos que apagué el último, en la esquina en donde empecé a buscarte.
Odio estar sola. Me hace perder la cabeza y me mareo en mis pensamientos. Te arrancó de donde estas y te llevo una y otra vez a mi memoria para no extrañarte tanto.

Necesito despejarme. Necesito salir de las cuatro paredes de mi casa, en donde me encuentro ahora. Es sábado a la madrugada y mi ciudad esta despierta, como yo también lo estoy. Necesito encontrarme con ella para que, aunque sea por un momento, te aleje de mis pensamientos. Quiero y necesito huir un rato de vos.

Una ducha rápida, el vestido negro que te encantaba verme puesto, un rodete y un poco de mi perfume hacen que este lista y me dirija hacia la fiesta de mis amigos.
Una copa de vino para empezar la noche y así ponerme a bailar.
Me dejo llevar por la música, vivo cada nota, bailo... y siento como mi pelo cae acariciándome la espalda. Me recuerda a sus manos, y ahí es cuando abro los ojos para notar que los hombres se empiezan a fijar en mi amiga y en mí. Justo en ese mismo momento decido que me tengo que ir. La noche avanzaba y no pasaba nada, y embriagarme para calmar un dolor, nunca ha sido una opción. Si, no había dudas. Era el momento de irme a casa.

- ¿Sola?

Detengo mi marcha, algo en mi necesitaba saber quien era el que me hablaba. Dios mio, esos ojos... me resultaban extrañamente conocidos. Un hombre unos 10 años mayor que yo, me miraba atentamente esperando mi respuesta.

- Te pregunté si te ibas sola.

Ay Dios, esa voz.... ¿de donde la conozco? Trate de hacer un repaso mental sobre mis conocidos para saber de donde sentía familiar esa voz y esa mirada. No encontraba asociarla a nadie. Simplemente sentía que lo conocía.
Junté fuerzas, y trate de evitar verme sorprendía. Finalmente, asentí con la cabeza. Me iba sola. Ahora el que parecía soprendido era él.

Estiró su mano y se presentó. Su nombre no me era familiar. Sin embargo noté que él también estaba sintiendo algo raro frente a mi presencia. Quise preguntar que pasaba, pero él se me adelantó.

- Te estoy mirando hace rato bailar... No puedo evitar pensar que te conozco de algún lado, jovencita.

En otro momento hubiese pensado que es la típica excusa que tienen los hombres para entablar conversación en una fiesta. Pero algo me hacía sentir que decía la verdad. Fui amable y acepté una copa de vino. Nos sentamos en la barra, estaba nerviosa. No podía evitar jugar con el borde de la copa. Él, por su lado, no paraba de golpear sus dedos contra la barra del lugar. Hablamos durante horas, me pregunto sobre la tristeza de mis ojos. Fue como si nos conociéramos de otra vida.

Más baile, más tragos, más conversación a medida que pasan los minutos. Estoy cansada y exhausta, pero extrañamente feliz y alegre. Me gusta... algo en él me atrae. Todavía no sé bien de que se trata, pero sus manos están agarrando mis caderas de una manera enloquecedora. Le pregunto que estamos haciendo, pero no obtengo respuesta. Solo me besa. Tiene una mano en mi cintura, y otra me sostiene la cabeza. Pronto, siento algo raro, me pregunto que estoy haciendo. Me suelto de su abrazo y me volteo... pero él logra encontrarme otra vez, y me vuelve a besar con mayor insistencia, con sus manos en mi pelo, con sus ojos cerrados y su cuerpo pegado al mío. El tiempo parecía detenerse en ese momento y en verdad quisiera que este momento no se acabara nunca. Me siento como atontada. Hacía un par de horas nada tenía sentido, sin embargo ahora sentía que me estaba encontrando con algo distinto. ¿Qué es? ¿De qué se trata todo esto?

Y ahí mismo cuando lo volví a mirar, me di cuenta de la verdad.

Me alejé, dejé esa noche atrás. Me volví a sumergir en el frío de las calles húmedas de una madrugada peculiar. Me había encontrado con una jugarreta de mis pensamientos, me había chocado con una vaga ilusión. Había tratado de ocultar un dolor.

Monday, April 23, 2007

Mientras tomabas un té.

La curiosidad mato al gato. Cuantas veces escuche esta frase. Sin embargo acá estoy, porque la curiosidad me consume por dentro y tengo la necesidad de saber, al menos una vez, lo que se siente y de que se trata todo esto.
Todo mi cuerpo esta temblando, y no lo puedo contener. La misma sensación que uno tiene cuando hace algo por primera vez, algo malo o prohibido y la mezcla de miedo y excitación te superan... pero al mismo tiempo te llena de placer.
Él esta sentado, adelante mío en mi cocina, esperando su té. Tiene esa sonrisa irritante, tan tranquilo y tan calmado al punto de incomodarme. Me mira mientras lleno las dos tazas, y desvío la mirada. No quiero caer, pero necesito saber.
Cuando nos acercamos aquella noche, creí que no era algo en serio, si no algo del momento. Y ahora estamos acá, de repente, solos, en una situación en la que jamás me imagine iba a estar. Si sus miradas mataran, yo ya estaría sin vida. Las tiene clavadas en mí, y no las saca.
Odio cuando alguien me mira tan seguro y con una sonrisa en los labios, convirtiéndome en algo predecible. Tengo que controlarme y no lanzar un suspiro de sorpresa, no seria apropiado. Quiero demostrarle que se lo que hago. Pero Dios mío, nunca me había sentido así de atrevida.
Me pregunta si estoy nerviosa, no me salen las palabras. Amago a negar con la cabeza, el sabe que es mentira. Algo anteriormente me pudo conocer. El momento había llegado, ya no había vuelta atrás, el té se había terminado, y ahora simplemente era el momento de la verdad... debía conocer lo que él me estaba insinuando...

Saturday, April 14, 2007

La noche que dejaron de fingir...

Era extraño. Durante una noche jugaron a ser ellos mismos. Después de mucho tiempo de fingir no creer, ellos volvieron a mirarse como si nada nunca hubiese pasado. El abismo que los separaba se achicó durante unas horas para que ambos pudieran cambiarse de lado para así charlar, mirarse y sentir, como dos sinceras personas, otra vez más.
Sobraron lágrimas, sobraron caricias, sobraron reproches y sobro cariño. El cariño que es difícil encontrar en todos lados. Ese que te invade por adentro y que te hace temblar de felicidad y tristeza. El que viene acompañado de verdaderos sentimientos y movilizan todo tu presente y pasado, para hacerte sentir que seguís viva y que en tu futuro queres vivir con esta fuerza que viene acompañada de estas emociones.
Es complicado. Cada relación es un mundo. Nadie puede saber que pasa por la cabeza de dos enamorados en una historia de amor. Pero ellos sabían que el pasado era imborrable, lo vivido había dejado marca, y ellos habían sufrido mucho por esta historia que ya había sido concluida años atrás. Cada vez que se veían era jugar a quien era el que mejor podía ignorar al otro. Cada vez que se encontraban cara a cara, sin poder esquivarse, era mantener una charla cordial sin sinceridad.
Tal vez este encuentro sucedió porque ya se dieron el suficiente tiempo para que esas heridas que se habían hecho sanen... o quizás simplemente necesitaban dejar de fingir que no pasa nada por un rato para así acariciar la realidad.
Sea como sea al otro día, ella… esa noche lo tenía adelante. Mirándola con ojos sinceros y tristes, preguntándose porque todo tuvo que ser de esa manera. La persona que años atrás le había quebrado el corazón en 20 pedazos y había arrancado el sueño de una persona enamorada, volvió para hablar de lo sabido. Una explicación de la realidad que ella conocía antes de que se la digan. Fue espectadora de un llanto que sabia que sucedería tarde o temprano. La falta de coraje y valor hoy, puede jugarte en contra mañana, y él era un vivo ejemplo de lo que ella se refería.
Sin embargo ella se quedo. Lo escucho. Le hablo. Necesitaba confirmar lo que había sentido durante todo este tiempo después de un duelo no querido. Entender su porque. Entender su presente. Necesitaba creer, para así ganar la batalla que jugamos todos entre lo que pensamos y sentimos. Quizás mañana ya no tenga razones para odiarlo o quererlo. Pero esa noche eligió escuchar. Perdonar y consolar a quien la había dejado sola tiempo atrás. Esa noche habían cambiado roles. Era él.. el que la miraba en forma desesperada para que se quedara una vez mas. Era él, l que necesitaba ser escuchado y comprendido, para así ser perdonado.
Salio el sol. Una nueva mañana nacía en la vida de ellos dos. La noche concluida y sus presentes al descubierto, les recordó que los dos ya tienen una vida alejada. El abismo volvió a cumplir su trabajo. Sus presentes ya estaban separados. Algo en los ojos de él nuevamente había cambiado. Ya no había rastros de la sinceridad de ayer, en su lugar la distancia otra vez.
Pero algo en ella había cambiado. Ya, sinceramente, no le importaba. Cuando uno ya no encuentra emociones en sus sentimientos creo que es porque ese sentimiento se termino. Eligió sonreír, y volver a la relación cordial que habían logrado un año atrás. Dejar que esa noche pasara a el olvido, y abrir lo ojos para ver que realmente nada había cambiado. Que él seguía siendo igual. Sin valor y coraje no hay nada que se pueda alcanzar. Porque lo que él todavía no sabe es que ella tiene un As en la manga que guardo en su bolsillo. La carta que quedo pendiente de jugar, en ese partido que empezó unos cuantos años atras, y que llego el momento de mostrar porque todo tiene un final.....

Wednesday, April 11, 2007

La segunda vez

La dejo pensando. Desde la última vez que lo vio, su cabeza lo único que hace es dar vueltas por aquellas palabras, tan perfectamente pronunciadas. Dos personas en el lugar apropiado y en el momento oportuno se habían cruzado. Como si se conocieran hace años. Como si él sabría perfectamente cuales son las cosas que a ella la hacen reír. Las miradas abundaban y ella solo atinaba a desviar sus ojos que decían mas que sus palabras.
Últimamente se había armado con un caparazón anti palabras, anti teorías, anti desconocido. Sin embargo había algo en él que le resultaba conocido, no entendía como y por qué... era la segunda vez que lo volvía a ver.
El sabía que necesitaba su mano. Le hacía falta esa caricia de la cual se ya se estaba olvidando.
No podía evitar reír. Pensar en como un extraño le estaba quitando el sueño profundo que, siempre y sin dificultad lograba alcanzar. Se reía caminando, se reía en el subte, se reía trabajando, acordándose del tiempo pasado. No podía evitar pensarlo y sonreír cuando su imágen aparecía por su pensamiento una y otra vez.
Había hecho algo que nunca antes hubiese imaginado. Lejos de avergonzarla, se sentía inmensamente feliz y lo había disfrutado. Ese, por ahora extraño, le había devuelto lo que alguien, años atrás, le había robado. ¿Quien dice cuanto tiempo es el indicado para empezar a sentir cariño hacia alguien? ¿quien es capaz de juzgar lo que ella siente en este momento? ¿quien se atrevería a decirle que lo que ella esta haciendo no esta bien?

Sunday, April 08, 2007

Haciendo frente

Si no existiera un Norte en nuestra vida, deambularíamos desorientados por ella. Creo que la meta es lo que le da sentido, pasión y fuerza a nuestra vida. Así como lo es el titulo la meta del que estudia, y los trofeos de quienes compiten, lo mismo pasa con la vida misma.
¿Hacia a donde estoy corriendo? El sentido de mi vida, es algo mio, personal e intransferible. Si no estuviera consiente de lo que quiero para mi y no tendría una idea de lo que es mi meta al final del camino creo que cabría la posibilidad de que mi vida feliz le ceda al paso a una vida infeliz. Esta meta la veo directamente relacionada con lo que son nuestros proyectos y sueños con la suma de mi concepto de persona. Los valores inculcados a través de la infancia, a través de nuestro crecimiento nos ayudan a elegir y a optar por los caminos por lo que queremos transitar. A veces nos equivocamos, a veces damos pasos al costado, a veces no avanzamos y tampoco retrocedemos, simplemente nos quedamos estáticos esperando que pase el momento de incertidumbre para poder así tomar una correcta decisión.
Creo que en este último tiempo estuve frente a esta situación, analizando que quiero para mi, que quiero para mi futuro y lo que es mas preocupante en si, ¿cómo es que lo voy a lograr? Este es el punto en donde uno se topa con una pregunta que requiere de gran audacia, libertad y veracidad... ¿se lo que quiero, pero realmente estoy haciendo algo para llegar a mi meta?
A veces siento que me da miedo alcanzar lo que busco y trato de correr, con excusas baratas, de mi destino y de mi deseo. Me comporto como una niña que no quiere crecer por miedo al sufrimiento y a la decepción. Cuando algo realmente me gusta prefiero dejarlo a mitad de camino con la idealización de la perfección para después no decepcionarme de que realmente no era tan perfecto como pensaba. Vuelvo a lo imperfecto para evitar así el factor sorpresa.
Esta torpeza invadió mi vida en el último tiempo. Me despedí de algo que parecía realmente bueno por miedosa. Y lo peor es que ya lo se, y aun así sigo teniendo miedo. El miedo a no poder ser y no poder cumplir con lo que esperan de uno. El miedo a delegar mis ambiciones personales y después a arrepentirme. El miedo a darle prioridad a algo que no sabes como va a terminar.
Empecé este año con muchas preguntas. Algunas las estoy contestando poco a poco. Paso a paso estoy recuperando la confianza que tal vez no encontraba en algunas personas a las que frecuentaba. Poco a poco mi vida se esta llenando de color y el año abre pasos a nuevas oportunidades y nuevas puertas de salida.
Necesitaba un cambio. Necesitaba charlar mas conmigo, y escuchar mas a los otros. Leer, informarme, trabajar, y hacer cosas por y para mi. Entender el significado de las causalidades que se hicieron presentes a lo largo de mi vida, me hizo mirar y aprender de historias pasadas de una manera distinta y desconocida.
Una vez me dijeron que cerrando los ojos la mente puede abandonar el lugar físico de la persona para transportarse al lugar en que le gustaría estar. Últimamente mi mente, me abandonó más de un millar de veces. Transportándome hacia donde desearía seguir mas allá de todo lugar. Hace frió. El balcón sigue estando abierto y por la cortina entra un aire fresco que me remonta a la realidad. Me doy cuenta del día, no lo puedo creer, y no logro evitar preguntarme ¿en qué momento llegó el otoño?

Tuesday, February 06, 2007

Quiero un año diferente

Nuevo año, nuevas oportunidades. Creo que esta frase es de un cartel publicitario de algún producto que habré visto deambulando por la calle. No es ninguna novedad para nadie el hecho de que un nuevo año llegue de la mano de distintas oportunidades. La novedad, en todo caso, es que se nos esta permitido hacer uso de ellas, disfrutarlas y sacarle provecho.
Muchas personas no pueden comprender que haya oportunidades listas para ser atrapadas por nosotros. Son varios los que piensan que la vida es imposible de cambiar, y lo que nos tocó es irreversible y no hay posibilidad de modificarlo. Lo afirmo porque muchas veces yo también creí ver la vida así. Pensaba que las personas no podían cambiar y también creí que las facilidades de uno eran indiscutibles. Pensamientos como… ”Soy buena para esto, y mala en lo otro y no puedo hacer nada al respecto” era una idea común que se me cruzaba todos los días. Vivía con un cartel encasillando mis facilidades, sin darle tregua a las posibilidades de mejorar o de cambiar.
Hace un tiempo en algún lado leí que las distintas sociedades tienen una definición errónea de lo que es la inteligencia. Se piensa que una persona es inteligente porque tiene mas facilidades para ciertas áreas del conocimiento, ignorando por completo que eso solo significa mas dedicación y estudio. La inteligencia, a mi entender, se basa en tener la capacidad para aprovechar los distintos momentos que nos ofrece la vida. Poder distinguir el momento común del momento especial. Valorar a las personas que tenemos cerca nuestro y que suman logros a nuestra vida. Enorgullecernos de nuestros buenos actos, y de las buenas distinciones que los demás tienen hacia nosotros. Saber ser positivos antes que ser negativos. Preferir una sonrisa antes que una lagrima. Mantener la esperanza antes que darse por vencido.
Las personas inteligentes no necesitan cosas o a otros para ser felices, ellos simplemente disfrutan lo que tienen. Las personas inteligentes no se mueren si le falta su compañero solamente saben que son muchos mas felices si ellos caminan en su camino…
Creo firmemente que todas las personas pueden cambiar, superarse y sobrellevar los problemas de todos los días. No creo en las diferencias, creo en las experiencias. Cuanto uno mas abierto esta a experimentar, mas conocimientos tendrá. La clave, nuevamente, está en saber elegir y aprovechar las oportunidades que llegan con todos los años que comienzan. Saber despedir el año que ya pasó y saber despedirse de las vivencias que no sumaron nada en ese año. Mirar al futuro con una sonrisa. Planear pero dejar un margen para el cambio, para la incertidumbre y para la sorpresa. El miedo a la sorpresa, a lo desconocido muchas veces entorpece nuestro camino. El “no me animo” quizá le cierra la puerta a una oportunidad, a una posibilidad de triunfo.
Dentro de muy poquitos días empieza un nuevo año en mi vida, creo que uno de mis deseos será, después de todo, la fuerza para llevar a cabo todo lo que escribí. Porque aprendí que muchas veces abandone, no me jugué o simplemente me perdí de ciertas cosas por el miedo y la seguridad de que el cambio no existe. Hoy, sin embargo, creo que mejorar es posible y además es nuestro derecho tener la posibilidad de hacerlo.

Wednesday, January 31, 2007

¿Amores o dolores?

Me encontré hablando con una amiga acerca de las relaciones humanas en general. Amistades, lazos familiares y parejas. A ninguna de las dos nos cuesta hablar y esta vez no fue la excepción. Nuestra conversación se prolongo hasta a la madrugada del día siguiente. En un ambiente más que acogedor pudimos expresarnos libremente y sin ocultar nada sobre lo que nos une con otras personas. Sobre nuestros fracasos y sobre nuestros lazos fuertes hacia con los otros.

Me sorprendí cuando analicé cada una de mis relaciones con mis seres queridos porque todas vienen acompañadas de lágrimas. El amor es así, a veces felicidad y otras veces lagrimas inesperadas. Creo que cuando uno decide amar a una persona, y opta por elegirla para que forme parte de tu círculo personal y de confianza uno empieza, inevitablemente, a estar en constante contacto con sus emociones. Quiero decir... que cuando las personas que quiero están mal, una parte de mi también lo esta con ellos.Haciéndolo mas claro y preciso puedo decir que en cualquier tipo de relación donde hay amor también hay sufrimiento. La pregunta y la duda que me quedo dando vueltas en la cabeza es simplemente ¿cual es el límite? ¿Como nos damos cuenta que el sufrimiento que sentimos al amar a un ser querido es algo aceptable dentro de los límites del amor o ya es masoquismo? ¿Cuando decir basta a un amor que nos hace sufrir?

Dando ejemplos concretos, en una relación de madre e hija existen momentos de felicidad pero también de profundo dolor. El miedo a no cumplir con las expectativas que ella quiso para nosotros o el miedo a defraudarla son cosas que a nosotros, los hijos, nos hace sentir mal. El dolor que sentimos cuando no nos entiende y exige que saquemos fuerzas cuando simplemente queremos un abrazo... son los clásicos ejemplos de los dolores que sentimos frente a esta clase de amor. Pero el punto principal es que a nuestra madre o padre, y hasta incluso a nuestros hermanos, no los elegimos, ellos, nos guste o no, siempre van a tener una relación con nosotros. Pero... ¿qué pasa cuando el sufrimiento nos lo trae alguien que eligimos? Alguien que esta o estuvo porque nosotros así lo decidimos, como puede ser el caso de nuestra pareja. ¿Como nos damos cuenta de que hablamos de un amor y no de un dolor?

En las relaciones hay un limite muy vago entre el dolor y el placer. Algunos creen que una relación sin dolor no vale la pena. Para algunos el dolor implica crecimiento. Pero cuando acaba el crecimiento y toma el control el verdadero dolor... ¿somos masoquistas u optimistas si jugaos en la raya divisoria entre el uno y el otro?

Una de las posibilidades que se me ocurrió para analizar este tema fue simplemente ponerme a pensar en los momentos positivos de estas relaciones. Analizarlos y sentirlos. Armarme con una balanza interior para poder ver si los momentos felices o los momentos de amor incondicional pesan más que las lagrimas derramadas por estas relaciones. Darnos cuenta que sin duda se puede vivir sin un ser querido, porque la necesidad es insana. El tema es saber cuanto mas feliz somos si esas personas están con nosotros...

Comprobando una vez más que el amor se basa en momentos de alegría y momentos de tristezas. Momentos de éxtasis y momentos de calma. ¿Vale la pena el sacrificio? ¿Vale la pena sufrir un poco, sin exagerar, por amor? Yo creo y afirmo que si. Vivir sin amor, sin pasión, sin ganas... es como no vivir nada.