Monday, May 12, 2008


Quizá porque ya no veo la felicidad como algo inalcanzable; ahora sé que la felicidad puede ocurrir en cualquier momento y que no se debe perseguir."
Jorge Luis Borges

Monday, May 05, 2008

Como debería ser.

Durante un tiempo indeterminado las personas que formaron parte de tu vida y que por equis motivo se tuvieron que ir deberían desaparecer de la tierra. Esfumarse. Hacerse humo. Borron y cuenta nueva. Olvidarse en el olvido. Debería existir un continente a donde mandarlos o, en su defecto, prohibirles la entrada a todos los lugares públicos a los que uno puede llegar a ir.
No puede ser que cuando uno esta, paso a paso, superando el proceso incomodo de dejar atrás aquello que te importo (y mucho), aparecen como si nada con un carrito de supermercado o incluso en el auto de al lado esperando a que cambie el semáforo. ¿Acaso me están haciendo un chiste? ¿No entendieron nada?
Dejamos de hacer cosas para no cruzárnoslo. Incluso dejamos de frecuentar lugares. Eliminamos de todos lados el nombrecito de aquel que nospartioelalma y aun así en el momento menos pensado nos lo encontramos. Siempre en el momento mas inoportuno. Nunca el día que lo pensábamos. Tal vez ese día estábamos contentas, con un sonrisa, hablando con aquella persona que después de él, por primera vez, te empezó a gustar y de repente ves esa cara. La de quien te hizo experimentar cosas tan grandes que te quedaron grabadas adentro y que queres sacar a la fuerza porque llego un momento en que te diste cuenta que ya basta. Si, hablo de esa persona. La ultima que esperas encontrarte. Esta ahí, paseándose adelante tuyo con total impunidad. ¿Y nosotras? Nosotras nos ponemos nerviosas. Nos olvidamos de lo que estábamos haciendo y solo queremos salir de ahí, llegar a nuestras casas y olvidarnos del momento que acabamos de pasar. Pero también por otro lado… aparecen las ganas de saludarlo y hasta te acordas de la complicidad que tenias, que ya no existe, y pensas en pellizcarlo de atrás para molestarlo y quizás también hasta tenes ganas de abrazarlo y contarle las novedades de tu vida actual… pero solo es un momento. Porque después frenas, pensas, y te das cuenta que ya no forma mas parte de tu camino y sacas la conclusión de que solo esta casualidad es una jugarreta del destino que se ríe un poco de nosotros o por lo menos que se ríe un poco de mi.