Monday, June 12, 2006

Nadie mas que él

Cuando tenía miedo, lo único que hacía que me calme era que venga a darme un beso. Ese era mi consuelo, eso detenía mis lágrimas, eso me sacaba una sonrisa. Llegaba siempre tarde, justo antes de irme a dormir. Pero ese momento tenía cierto dejo de magia. Una mano sobre la cama, la otra acariciando mi pelo, sus labios en mi frente y su voz tranquila susurrándome al oído que duerma bien, que mañana iba a ser un día especial. Su perspectiva de ver la vida era siempre positiva, para el no había días comunes, no había rutinas, no había mas mal que el que uno se hace a si mismo.
Cuando cruzaba la puerta de mi cuarto y se detenía primero en la cama de mi hermana a darle su saludo y a expresarle lo que luego me expresaría a mí, era una sensación única... porque sabia que después se dirigía directamente a mi lado. Su saludo era imprescindible para poder dormir, para poder soñar, para sacarme mis miedos, y ponerme en su lugar seguridad.
La mirada de orgullo, la mirada de cuidado, la mirada de un te quiero... era lo ultimo que veían mis ojos antes de hundirnos en un profundo sueño. En un sueño que duraba hasta la mañana siguiente, en un sueño que me elevaba hacia otras realidades, hacia un lugar tranquilo en donde nadie me molestaba. Él, lograba esa paz en mí. El hacía de algo pequeño la cosa más grande. El estaba, lo veía... lo sentía, lo adoraba... me adoraba
Todavia antes de dormir hablo con el. Aunque ya no soy la niña que antes se arrinconaba en su pecho buscando estar segura, sigo siendo esa niña que necesita sentirlo en el corazón y necesita recordarlo de la manera que sea, imaginando que me diría en determinado momento de mi vida. Yo se que esta ahí, que me cuida, que me mira... que no me deja sola. Se que me ve crecer, que conoce mis dudas, mis miedos, mis alegrías y mis sentimientos. Quiero y anhelo creer que esta orgulloso de mi, aunque se que eso no lo voy a lograr saber, hago lo mejor que puedo para que realmente así sea. Hoy soy feliz sabiendo que me faltará su caricia en el pelo, o su beso en mi frente, pero se que todavía el me hace dormir tranquila... vigila mis sueños... y me recuerda todas las noches que mañana va a ser otro día especial...

1 comment:

Anonymous said...

Luz, te acabas de ir, y leimos todo tu blog. La verdad que nos atrapó hasta el final, mostraste un mundo interior que desconociamos. Para hacer de este comentario algo más productivo te decimos que nos gustaron más los ensayos en primera persona donde te mostrás protagonista de las situaciones, sin generalizar.