Sunday, December 10, 2006

Lejano noviembre

Caminaba por la calle apurada, queriendo llegar a su hogar. Un viento medio fresco, la sorprendió. No estaba en los planes de nadie esa brisa fresca que llegó con el sol de la primavera. Lograba poder ver su propio reflejo en los charcos que habían quedado sobre las veredas después de aquella tormenta. Mantenía la cabeza bien alta, pero aun seguía observando los rastros de su propia tristeza.
Se había marchado noviembre y con el… la posibilidad de volver atrás. Un nuevo mes que se había llevado consigo horas de trabajo, lágrimas, sueños, esperanzas pero nunca su recuerdo. Lo seguía sintiendo en el medio del pecho. Persiguiéndola día y noche. Acorralándola a cada hora. Acosándola con canciones, lugares y momentos que lo traían una y otra vez a sus sentimientos. Los días parecían semanas, las semanas meses, y los meses años. Sentía rechazo por las frases armadas que predicaban que el tiempo curaba todas las heridas. Para ella no existía cura. Sentía que lo había perdido todo y que su corazón se había desgarrado, convirtiéndolo en cenizas que se iban alejando con el viento de un nuevo verano. Le regalaba las horas al tiempo, desperdiciándolas en encontrar un “por que” y un “como”. No entendía como un amor tan grande, de un día para el otro se terminaría. Como esa historia, desaparecería.
Esa noche volvió a ser como las últimas noches de su vida. Un café en la madrugada, un cigarrillo y la misma pregunta antes de decir: “hasta mañana”
¿A dónde iban los sueños y las esperanzas cuando estas ya no eran más compartidas?... Se habia quedado estancada en aquella primera noche, en aquellos primeros besos, de mucho tiempo atrás.

"Y hoy va a ser la noche más larga del año,y la quiero vivir como si en realidad no tuviera, no, que asistir a su final."
La noche más larga del año. Nacho Vegas

1 comment:

Carlos said...

El pasado sirve para extraer lecciones que nos sirvan para vivir el hoy. No debemos cometer el error de quedarnos a vivir allí.