Sunday, April 29, 2007

Despedida

Se incorporó en la cama, sobresaltada como si hubiese tenido una pesadilla, que la arranco de donde estaba. Recostándose en la cabecera, observó, media dormida la silueta de su pareja descansando junto a ella.
Él, ni siquiera había notado, que ella se había despertado. Seguramente, cansado de tanto pelear la noche anterior, había conseguido olvidar sus penas con un sueño profundo. Ella, por su lado, no podía hacerse amiga del sueño, y se sobresaltaba cada vez que lograba cerrar lo ojos. Así se sentía cada vez que tenía que tomar una decisión crucial en su vida. ¿En que momento había dejado de quererlo? ¿Puede una persona ser tu mundo un día, y al otro no ser más que un recuerdo?
Tenía muchas preguntas, y pocas respuestas. Necesitaba pensar, alejarse, olvidar y seguir con su vida. Precisaba terminar con este presente que la estaba acechando y deprimiendo constantemente.
Se hizo la mañana, y ella apareció con el agua de la lluvia. Todo parecía dolorosamente detenido, menos las horas, que se abrían paso como un terremoto, separando una vida en dos mitades. Dividiendo sueños en pedazos. Suplantando ilusiones en derrotas. Su presente se dividía en dos partes, la que dejaba, y la que vendría.
Almorzaron juntos, tal vez por masoquistas, tal vez para alargar el momento de la partida. Tristes, solos, mirándose a los ojos entre cada bocado. Se podía sentir la falta de palabras, y la escasez de sonrisas. Abundaban las lagrimas que caían por sus ojos, y el tono triste que empaña la soledad que los esperaba.
Se besaron con desesperación y nostalgia, mientras la lluvia los mojaba y resbalaba por sus cuerpos y caras. El taxi esperaba con el motor en marcha. Un saludo con la mano. Una mirada que decía todo lo que sus corazones expresaban.
Ella se sentó en el cordón de la vereda. El, subió al auto que lo alejaría de ella para siempre, mientras la ventana del taxi se convertía en la ultima foto que el vería del ultimo amor que se desvaneció aquel mediodía en que el Río de la Plata se convirtió en un adiós.

8 comments:

dull said...

muy bueno! con un final cinematografico!
saludos

Rodolfo N said...

Que nostágico retrato de un amor desvaneciéndose.
Besos

MentesSueltas said...

Excelente, me gustó leerte. Volveré.
Dejo un abrazo desde la otoñal Bueos Aires.
MentesSueltas

comprix said...

no creo ke de un dia para otro deje de ser ese alguien en ke siempre se piensa, es ke, de un dia para otro te das cuenta de lo ke habia venido ocurriendo un tiempo atras y ke hoy se hace evidente...saludos

:: Josh :: said...

"...el Rio de la Plata se convirtió en un adios."

tu pluma es grácil con las letras, y tus letras dibujadas saben tocar las puertas del alma.

besos

maks said...

Sí, sí la escuchó, los sollozos no eran inaudibles como ella, tal vez, pensaba; pero decidió concientemente seguir simulando. Una noche mas. Y otra. Y otra, hasta que el tiempo solucionara lo que él no había sido capaz.. pero ¿alguien podría juzgarlo? Prefería el amargo status quo que el cambio que demolería ese edificio que habían construido. Sí, practicamente ya no se sustentaba solo. Sí, parecía un edificio abandonado. Y sí, él lo sabía, pero era SU edificio. No, el edificio de ELLOS. Prefirió seguir durmiendo. Una noche mas.

El almuerzo fue peor, ella lo miraba inquisitoriamente y el no quería responder su pregunta; verbalizarlo era llevar sus pensamiento al plano de las realidades y no era una que le gustara, a pesar de que sabía que no había alternativas. Siguió con la hipocrecía, que en ultima instancia era más sincera que la verdad. No logro controlar el impulso y se despidió con un beso que terminó con la cuenta regresiva. A medida que se alejaba en el taxi veia caer a pedazos SU edificio. Le pidió al taxista acelerar la marcha: se negaba a mirar atras y revisar si quedaba algun cimiento en pie. Prefería vivir con la ilusión que, quizas, aun no estaba todo perdido.

young_supersonic said...

UUUFF...

QUE LARGA AGONÍA...

DEBE SER ASÍ DE HÚMEDO DESPEDIR A UN AMOR CERCA DE UN RÍO.


UN BESO Y SALUDOS.

ALMA said...

Cuantas noches no hemos vivido así, necesitas dormir, te lo pide tu cuerpo y tu mente, pero ese tirano terrible acude "insomnio" combinado con la angustia... espero no sea tu caso Luz porfa di que no, porque si lo que escribes ahora es parte de lo que estás viviendo... aquí estamos que, desde lejos te echo la manita y un abrazo virtual. Besos